Amparo del Río, la tristeza de las milhojas

Luis Latorre OBITUARIO

LUGO CIUDAD

Amparo del Río, de la Confitería Conde, en los años 50
Amparo del Río, de la Confitería Conde, en los años 50

Se marcha una mujer a la que todos teníamos tan identificada con la calle San Marcos como el edificio de la Diputación

01 jun 2022 . Actualizado a las 21:58 h.

Hay personas tan emparejadas con un barrio como cualquier monumento. Eso le pasaba a Doña Amparo, de la Confitería Conde, una mujer a la que todos teníamos tan identificada con la calle San Marcos como el edificio de la Diputación. Estar década tras década despachando tras un popular mostrador con una permanente sonrisa es lo que tiene, que te haces querer. Se marchó después de estar 67 años tras su mostrador.

En su caso, además, se daban dos circunstancias que hacían que llamase la atención poderosamente: sus excelentes pasteles, entre los que destacan esas inigualables milhojas que para muchos fueron desde siempre uno de nuestros dulces de referencia en Lugo y que convirtieron la Conde en la meca de los golosos, y la indiscutible elegancia de Doña Amparo, algo que el paso de los años no hizo más que acentuar.

Una trayectoria reconocida

El día 29 de Julio, en que desde Lugo Monumental celebramos el “Milagro” de San Vicente, teníamos proyectado reconocer su trayectoria con el modesto pero sentido homenaje de la Asociación a toda una vida dedicada a la hostelería. Quiso el destino que no podamos entregarle el galardón en persona pero, tras consultar a su familia, serán ellos los que lo reciban en su nombre como muestra del cariño y el respeto que toda la zona, y creo que puedo decir que toda la ciudad, le tenía a Doña Amparo.

Nos queda el consuelo del recuerdo de su cara de radiante felicidad el día que le dimos la noticia, y que se marchó sabiéndose querida y apreciada por todos algo que, en definitiva, es lo único que en realidad tiene valor en la vida. También es el mejor bálsamo para su familia, que llora una pérdida que nos pilló a todos por sorpresa, a pesar de su edad… un secreto que, guardaba tan bien o mejor que el de la receta de las milhojas, que hoy se sienten tristes, como todos.

Le echaremos de menos, Doña Amparo, la calle San Marcos no será la misma sin usted.

Adiós a Amparo del Río, la mujer que durante siete décadas despachó milhojas en la confitería Conde

Era la cara reconocible de una de las dulcerías más prestigiosas de Lugo

Amparo del Río dedicó su vida a la Confitería Conde
Amparo del Río dedicó su vida a la Confitería Conde

L.G.C.

La Confitería Conde, una de las dulcerías más reconocidas de la ciudad de Lugo, se ha quedado huérfana. Después de 67 años tras su mostrador y disfrutando de la jubilación desde hace tiempo, Amparo del Río, su propietaria, ha fallecido. Deja tras de sí un legado de trabajo y tesón que ha recogido su familia, en especial su nieto, Daniel Díaz, encargado desde hace varios años de mantener viva la esencia de la pastelería, popular, sobre todo, por sus milhojas. 

Amparo del Río, cuya trayectoria iba a ser reconocida este año por Lugo Monumental, fue la segunda generación al cargo de la Confitería Conde, situada frente a la Diputación. En el año 1938, en plena Guerra Civil, un aragonés llamado Agustín Conde pidió licencia para abrir el negocio. Era el suegro de Amparo, que en cuanto se casó, comenzó a colaborar en la pastelería familiar. Entre los recuerdos que deslizó en un reportaje en La Voz, Amparo desgranaba cómo en los primeros años había que levantarse a las cuatro de la mañana para calentar el horno y hacer el merengue batiendo a mano. 

Durante las más de seis décadas que Amparo estuvo vinculada a la Confitería Conde, se encargó de enseñar el oficio a su familia. Su especialidad no estaba en los fogones, sino despachando el producto. Y también degustando cada día alguna de las delicias que salían de su obrador, puesto que, como ella contaba, no había día que perdonase un dulce.