A juicio un lucense por hacerle un «simpa» a un taxista tras pedirle que lo llevase a un club de alterne de Bergondo

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Foto de archivo de unos taxis de la ciudad de Lugo.
Foto de archivo de unos taxis de la ciudad de Lugo. ALBERTO LÓPEZ

Sucedió en el año 2016, cuando el acusado le pidió al chófer que lo trasladase hasta Ourense y luego hasta Guísamo

31 may 2022 . Actualizado a las 13:00 h.

Eran las seis de la tarde del 16 de noviembre del año 2016 cuando un vecino de Lugo, de 42 años en aquel momento, se subió a un taxi en la Praza da Constitución. A partir de ahí, el chófer tuvo que realizar unos viajes que seguro no podrá olvidar jamás.

Según el escrito aportado por la Fiscalía, que pide dos años y seis meses de cárcel para el cliente por un delito de estafa, este sujeto le pidió al taxista que lo llevase hasta la estación de autobuses de Ourense. El taxista, creyendo que se trataría de un servicio como tantos otros, emprendió la marcha. Apenas una hora y media después, llegaron a su destino, pero el ahora acusado le pidió que lo esperase allí mientras hacía unas gestiones.

No se sabe bien qué fue a hacer, pero el Ministerio Público explica que, a los cinco minutos, ya estaba de vuelta en el taxi. Lejos de pagarle el viaje y despedirse del chófer, le solicitó un nuevo traslado. Esta vez, la ubicación era todavía más lejana. 

Según el documento presentado ante la Audiencia de Lugo, donde se celebrará el juicio el próximo viernes, el hombre le pidió al taxista que «lo llevara, a continuación, a Guísamo (A Coruña); posteriormente a la propia ciudad de A Coruña y, finalmente, hasta un conocido club de alterne sito, de nuevo, en la localidad de Guísamo, lo cual llevó este a cabo».

El cliente nunca regresó

Una vez allí, el lucense se bajó del coche y le pidió al taxista que esperase en el aparcamiento del establecimiento de ocio nocturno. Este, pensando que se le iba a compensar económicamente, así lo hizo, con la desagradable sorpresa de que su cliente nunca regresó. 

«En dicho lugar, tras indicar al citado perjudicado que esperase en el párking de dicho establecimiento hasta su regreso, el acusado se apeó del taxi y se introdujo en dicho local, ausentándose posteriormente del lugar de forma subrepticia sin que el referido conductor se apercibiera de ello, el cual permaneció en situación de espera hasta, aproximadamente, las 6.00 horas del día 17, momento en el cual comprobó la marcha del acusado sin haberle abonado el referido servicio prestado, cuyo importe ascendió a la cantidad de 637,48 euros», afirma, textualmente, el escrito de la Fiscalía. 

Ahora, se piden dos años y medio de prisión para el acusado, además de una indemnización de 637,48 euros, la cantidad que dejó a deber tras los viajes en el taxi. 

El acusado, de hecho, cuenta ya con varios antecedentes por otros delitos de estafa, ambos asignados por los juzgados de Ourense poco antes de suceder este episodio.