El juzgado absuelve a los okupas del Pazo da Fervedoira de Lugo

La Voz REDACCIÓN / LUGO

LUGO CIUDAD

Una de las mujeres que okupó el pazo de A Fervedoira de Lugo
Una de las mujeres que okupó el pazo de A Fervedoira de Lugo ALBERTO LÓPEZ

Un error en la personación de uno de los dueños en la vista del juicio fue uno de los motivos por los que el juez exculpa a la familia que residió irregularmente en el inmueble durante un año

24 may 2022 . Actualizado a las 15:50 h.

El Pazo da Fervedoira ya está en manos de uno de sus legítimos dueños de forma oficial. Esta semana, terminó la causa judicial contra la familia que había okupado el inmueble en agosto del año 2020, y que fue denunciada poco después. Sin embargo, no todo ha salido como esperaba A. L., uno de los propietarios del pazo. Y es que el magistrado del Juzgado de Instrucción número 3 de Lugo decidió absolver a los tres integrantes de la familia de okupas, amparándose en varios errores de tramitación por parte del dueño. 

Todo se remonta a agosto del año 2021, justo 12 meses después de la okupación. Entonces, se celebró un juicio por delito leve en Lugo, en el que denunciante y Ministerio Fiscal solicitaban, por un delito leve de usurpación pacífica de bien inmueble, una multa de 900 euros para cada uno de los tres procesados y su desalojo. Sin embargo, todo se torció aquel día.

En la documentación aportada por A. L., se certificaba que el pazo es propiedad de una empresa, Negocinsa S. L., sita en el municipio de Reinosa, en Cantabria. El denunciante es socio mancomunado de esta empresa, propietaria del inmueble. Sin embargo, él, como persona física, no es el dueño del Pazo da Fervedoira, por lo que el documento que aportó ante el juez no servía para proceder de la manera que él creía.

Por este motivo, las defensas alegaron en el juicio que el hombre no podía solicitar una condena para sus clientes «basándose únicamente en una prueba documental, que ni siquiera acredita que él sea el dueño del pazo», según explicaron.

Ahora, el juez absuelve a los tres acusados por varias razones. La primera, este error documental, propiciado porque el denunciante acudió al juicio reprensentándose a sí mismo, sin abogado. Además, el magistrado afirma ahora que este proceso se debería seguir por la vía civil, y no por la penal, «a través del correspondiente desahucio por precario de los ocupantes». «En ese momento, [el pazo] no estaba siendo objeto de posesión, con lo que se considera que esta situación, que implica un uso ilegítimo por los denunciados, deberá encontrar su respuesta en la vía civil y no en la pena», recoge la sentencia.

En su día, el denunciante afirmó que, de recuperar el Pazo da Fervedoira (como así ha sido), mantenía su intención de venderlo. De esta forma, no sería raro ver próximamente anunciada la oferta de un pazo en las afueras de Lugo, que fue un restaurante o un prostíbulo en el pasado, por cerca de 850.000 euros.