Además, la Fiscalía aboga por prohibirle al acusado el uso de redes sociales y aplicaciones de contactos por un tiempo de 10 años, con el fin de evitar que pueda acceder a nuevas potenciales víctimas, como en este caso. No podrá usar, ni siquiera, aplicaciones de mensajería como Whatsapp.
El acusado se encuentra en prisión provisional en la cárcel de Bonxe. El niño, que ahora tiene 15 años, declarará por videoconferencia en el juicio que se celebra este jueves en la Audiencia Provincial de Lugo.