Concello y Colexio de Arquitectos colaborarán para reducir los tiempos entre el proyecto básico y el de ejecución de las obras
13 may 2022 . Actualizado a las 23:49 h.En un asunto como el urbanístico, en el que hay tantos intereses en juego, la colaboración entre todas las partes implicadas es fundamental para sacar adelante proyectos que desarrollan la economía, el urbanismo y el empleo de una ciudad. Los encontronazos de los últimos meses entre el Concello y el Colexio de Arquitectos de Galicia (COAG) sobre los retrasos en la concesión de licencias parece que pueden tener visos de solución tras la reunión celebrada este jueves entre la alcaldesa, Lara Méndez, y la presidenta de los arquitectos lucenses, Carmen Figueiras.
La regidora busca un acuerdo con el COAG para que esta institución, como corporación de derecho público, colabore con la administración local en la realización, a instancias del promotor, del Informe de Idoneidade Técnica e Urbanística con el que se acredite que el proyecto de ejecución que sigue al básico entregado inicialmente concuerda con las indicaciones técnicas validadas en el primero.
Los arquitectos lucenses habían manifestado hace unos días sus quejas por la lentitud del Concello, a veces años, en otorgar licencias, denunciando «a excesiva lentitude de tramitación de licencias, a confusa interpretación aleatoria do planeamento ou a inseguridade xurídica». Y concretaban que «o maior tempo de demora detéctase no momento en que se rexistra un proxecto ata que o técnico informante o ve por primeira vez». Calificaban de preocupante el descenso del número de viviendas visadas en el 2021 (138), frente a las del 2020 (178), lo cual también redundó en las inversiones, con 30,1 millones de euros del 2020 frente a los 23,9 del pasado año.
La alcaldesa explicó a la presidenta del COAG que desde el 18 de abril, tras una modificación legal hecha a finales del 2021, está en vigor una nueva instrucción con la que se agilizan los procedimientos administrativos de las licencias. Ahora, ya es posible pedir una licencia de obra mayor presentando inicialmente el proyecto básico y no el de ejecución, que era el que se pedía antes. De esta manera, ahora la construcción de un edificio se puede hacer en dos fases: la primera incluye el proyecto básico, con las características generales de la obra, y en segundo lugar el de ejecución, que se podrá presentar con posterioridad justificando que concuerda con las indicaciones del texto básico.
Intermediarios
Es en este punto donde Lara Méndez quiso involucrar a los arquitectos lucenses, en una fase intermedia que para el gobierno local supondrá mayor agilidad en la concesión de las licencias. La alcaldesa le propuso a los representantes del COAG articular un protocolo por el cual el colegio de arquitectos actúe como colaborador de la administración pasando a ser la entidad habilitada para redactar el documento que avale que el proyecto de ejecución concuerda con el básico.
Según explicó la alcaldesa, la propuesta del gobierno local fue bien recibida por parte de la presidenta de los arquitectos lucenses, aunque aún queda flecos por definir en los próximos días. Se creará una comisión de seguimiento y otra de tipo técnico-mixta. En esta última quedarán determinados, de conformidad con el departamento municipal, cuáles son los requisitos o los aspectos técnicos y urbanísticos que, de forma imperativa, deben figurar en el informe.
Con el apoyo de los arquitectos lucenses, el Concello quiere que se agilicen «coa maior dilixencia» la resolución de los procedimientos, de tal forma que los técnicos municipales se centren en su labor de fiscalización o inspección orientado a verificar la conformidad de la obra con la licencia otorgada.
Los arquitectos fijarán tarifas
Méndez apuntó que con la nueva forma de trabajar los promotores pasarán de tener que presentar el proyecto básico y el de ejecución simultáneamente, recayendo toda la capacidad de revisión y contraposición normativa en los técnicos municipales, a poder otorgar a los particulares la licencia de la obra solo con el proyecto básico, siempre que este cumpla con los requerimientos exigidos.
«De maneira que, sabendo que ten autorización, o promotor poderá encargar, a continuación, o proxecto de execución, que se deberá acompañar dunha declaración responsable sobre á súa adecuación ao básico, e, se o considera, solicitar ao COAG, que fixará as tarifas correspondentes, o informe de idoneidade que permitirá avanzar con maior celeridade na conclusión do expediente e que suporá un selo de calidade outorgado pola oficina de visado do Colexio», explicó Lara Méndez.
La alcaldesa confía en que la propuesta que desarrollarán con el COAG «sexa unha alternativa aos protocolos de funcionamento polos que se rexía ata o de agora a área de Sostibilidade Urbana e coa que avanzamos no compromiso, xa anunciado, de ir modificando as dinámicas internas en prol de que a nova operativa e a progresiva modernización do Concello redunde na cidadanía, pero sempre, iso si, como garante do servizo público, nunca de intereses particulares».
El PP pide que se dé por escrito el criterio que aplica el técnico municipal
El PP va a presentar un ruego al pleno municipal para que «se habilite un certificado ou unha resposta por escrito na que conste o criterio que aplique o técnico que revisa o expediente dunha petición de licenza co ánimo de evitar que en sucesivos trámites o Concello poida cambiar a interpretación e afectar a obra ou proxecto». Esta iniciativa, señalan, surge tras haber recibir quejas a diario de arquitectos, aparejadores, promotores y particulares.
El viceportavoz popular, Antonio Ameijide, indicó que «non pode ser que te orienten sobre como podes facer unha obra e te validen, de palabra, o que está permitido para logo, ao caer o expediente nas mans doutro técnico, se aplique outro criterio diferente ao inicial denegando o acordado co primeiro técnico».
