Eso sí, la jugadora de 16 años reconoce que las primeras semanas fueron las difíciles. «Hay que tener en cuenta que era la primera vez que me iba de casa. Estaba aburrida, porque ya no tenía a mi hermano, y todo era entrenar, jugar y estudiar, pero con el paso de los días me acostumbré. Estoy muy feliz y con ganas de subir escalones», asegura.
Carla lo tiene claro. Su pasión es el voleibol. «Quiero jugar en la Superliga, y mi otro gran sueño es llegar a la selección española. Trabajo para conseguir los dos objetivos», puntualiza. Eso sí, el deporte lo compagina con sus estudios. Ahora cursa primero de BAC, y en un año, da salto a la universidad. «Ya veremos, que aún no lo tengo claro, pero mi idea es hacer medicina», concluye. Y prácticamente sin tiempo para saborear este bronce, Carla estará este fin de semana en Valladolid con el equipo sénior, que se jugará el ascenso de categoría. El lunes viajará con el júnior para disputar el campeonato de España.