¿Tapas gratis o de pago en Asturias?: «Cobrar por los pinchos no es la solución a los problemas de la hostelería»

La tradicional bandeja con pinchos de cortesía seguirá siendo gratuita en los establecimientos de hostelería asturiano. Tras la polémica en Granada y Lugo, donde los negocios hosteleros están barajando la posibilidad de comenzar a cobrar por el aperitivo ofrecido con las consumiciones, La Voz de Asturias ha hablado con asociaciones y propietarios asturianos para preguntar si piensan imitar algún modelo de otra comunidad.

El aumento de los costes está poniendo en peligro esta tradición en algunas ciudades pero en Asturias está salvaguardada. Existe un consenso y las tapas continuarán siendo «de cortesía» pues, argumentan los cuestionados, cobrar por los pinchos no solucionará los problemas que atraviesa el sector hostelero y en cambio sí repercutiría en los clientes

Rafael Bonilla es el representante de la hostelería en la Unión de Comerciantes de Avilés y Comarca (Ucayc) propietario de la Vinoteca Sal de Vinos, ubicada en la calle La Cámara. Desde su punto de vista, las tapas de cortesía en Asturias continuarán siendo gratuitas. «Cada propietario es libre de hacer lo que quiera y cobrar si lo considera necesario, pero creo que es complicado que un paisano te pague por un pincho. Llevan teniendo gratis toda la vida, es una tradición…», manifiesta Bonilla, que también cree que los aperitivos servidos en Asturias no tienen comparación con los de otras ciudades como Granada o León.

«No creo que nuestra calidad de pinchos sea suficiente como para cobrar por ellas, es un pincho de cortesía, en otros lugares veo normal que se cobren». Sin embargo, Bonilla comprende por qué algunos propietarios están barajando cobrar por el servicio. «Todo sube, los costes, la electricidad… Pero no creo que cobrar por los pinchos sea la solución a los problemas que atraviesa la hostelería», argumenta Bonilla, que señala que los costes están subiendo para todos y los clientes están bastante afectados.

Una de las zonas más características y que mejor representan la gastronomía asturiana es el Bulevar de la Sidra, en la calle Gascona de Oviedo. La agrupación de 13 sidrerías que comenzaron en 1989 son estandarte de la ciudad y parada obligatoria tanto para los vecinos como para los turistas que quieren beber unos culinos y degustar comida tradicional a buen precio. Marco Rodríguez, propietario de La Pigueña, garantiza que en su establecimiento los pinchos de cortesía «seguirán siendo de cortesía. Mis clientes son habituales que están acostumbrados a que les acompañe con algún aperitivo».

En La Pigueña pasan la bandeja a mediodía y a media tarde, y siempre varían en el producto. «Unas croquetas, tortilla de patata, gambas a la gabardina…Depende del día servimos una u otra cosa. Esa tapa de cortesía es de cortesía y seguirá siendo así, no la vamos a cobrar». Antes que cobrar por esos pinchos, Rodríguez prefiere no servir los productos. «Los gastos han subido para todos y al final el cliente no tiene la culpa. Las consumiciones las tenemos que subir, pero cobrar por las tapas de cortesía no lo veo», manifiesta Rodríguez, sin embargo, recuerda que es decisión de cada propietario cobrar o no por ese servicio. 

Otras comunidades

En otras ciudades la tradición de los pinchos es mucho más importante y locales hosteleros están adoptando distintos modelos sobre cómo tratar la cuestión. En el centro de León prácticamente se puede cenar a partir de los aperitivos que los bares ponen a disposición de los clientes. El sector hostelero leonés se ha posicionado a favor de mantener la gratuidad de este servicio.

En cambio, en Granada, otra de las ciudades conocidas por el tamaño y la calidad de los pinchos, el alcalde ha afirmado que dejarán de promocionar estas tapas gratis. El País Vasco es otra de las comunidades en las que destaca la calidad y contundencia de los pintxos que cuestan un euro acompañado de la consumición. 

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