—¿Qué es la inteligencia emocional?
—Tiene que ver con desarrollar nuestras estrategias para afrontar la vida de una manera adaptativa. Tenemos que aprender a gestionar nuestro mundo emocional para que las emociones no nos paralicen. Hay parálisis emocionales que son tan graves como las parálisis físicas, y que nos bloquean de tal forma que pueden llevarnos a un pozo sin fondo. La inteligencia emocional nos permite trabajar autoestima, aprender habilidades de comunicación... y un largo etcétera.
—Díganos en una frase cómo evitar relaciones tóxicas.
—Siempre y cuando haya dependencias emocionales, sea la relación que sea, no son relaciones sanas. Y las relaciones tóxicas son muy frecuentes.
¿Cuántos suicidios se evitarían en Lugo si la gente acudiese a terapia?
—Lugo es una de las ciudades españolas con más suicidios.
—Para hablar de suicidio tenemos que entender que es el final de un camino; hay un proceso o sufrimiento anterior y es una acción voluntaria.
—¿Por qué Lugo?
—El clima puede ser una variable, pero también podría influir la soledad. Hay muchas personas que aunque no estén solas, se sienten así. También hay mayores que sienten que son una carga para los demás y n pensamiento muy habitual es la creencia errónea de que van a estar mejor sin ellos.
—¿Y es así?
—Sus seres queridos tienen un sentimiento de culpa para siempre.
—¿Siempre son voluntarios?
—A veces puede ser por enajenación mental o por el abuso de sustancias, pero las personas con las que he hablado y que lo intentaron y no lo consiguieron son pacientes con un nivel de sufrimiento interior y angustia vital muy altos. Lo ven como una salida a ese sufrimiento.
Xurxo Fernández
El invierno suele llegar por adelantado a la ciudad deportiva de Abegondo. Demasiado frío para entrevistas en la grada. Jaime Sánchez ocupa una silla de la sala de prensa tras secarse los efectos de un entrenamiento bajo lluvia intensa. Una novedad incómoda para alguien nacido en Chiclana (1995) cuya carrera ha discurrido por Cádiz, Madrid, Valladolid y Sabadell. «El tiempo se estaba portando bastante bien hasta ahora, pero no lo veo un inconveniente. En A Coruña da igual que llueva, que siempre hay ambiente. En Chiclana, si cae agua no salimos».
—Cuando llegó ya había tres centrales en plantilla. Pintaba complicado, pero se ha instalado en el once.
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