La residencia lucense de As Gándaras, pionera en ofrecer terapia asistida con perros

María Guntín
María Guntín LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Alberto López

Las sesiones producen beneficios físicos, psíquicos, cognitivos y sociales. «El animal forma parte de todo el proceso como una herramienta motivadora», explican los profesionales

28 abr 2022 . Actualizado a las 12:35 h.

Todo es alegría para recibir a Balú en la residencia de mayores As Gándaras, a las puertas de la ciudad de Lugo. El perro, de raza labrador, acudió al centro como acompañante de Julia Piñeiro, etóloga y guía en terapias asistidas con animales de Candamín, una empresa coruñesa especializada. La residencia lucense es pionera en ofrecer este servicio a sus usuarios y la experiencia dice que, tras cuatro exitosas sesiones, se repetirá, tal y como confirma la directora del centro, Águeda Valín.

En el geriátrico viven unos 167 mayores y trabajan sobre 120 personas. En contra de los estereotipos, muchos de ellos son completamente independientes, se apuntan a infinitud de actividades, van a nadar, salen a caminar... «Aquí hay gente muy activa y participativa», explica Valín.

Sin embargo, la terapia asistida con Balú ha sido todo un éxito. Desde Candamín hablan de los beneficios físicos, psíquicos, psicológicos, cognitivos y sociales de las sesiones. Basta observar la clase magistral de Julia para comprobarlo. De primeras, el labrador saluda a todos y cada uno de los participantes, que no han dudado en colmarlo de mimos e historias. Después, entre todos optaron por crear un pequeño circuito de agility para que Balú pudiese demostrar sus dotes. Eso sí, con incentivos en forma de gominolas. La residencia de As Gándaras es una de las primeras en Galicia que ofrece ocio terapéutico a través de los perros.

Animales seleccionados

Candamín es la única empresa gallega que ofrece educación canina y terapias asistidas con animales. Contempla también un programa pionero en España de acompañamiento a menores en los juzgados y otro de violencia de género, tal y como explica Lucía Lombardía, experta en intervenciones asistidas de Candamín.

Los perros que participan en las sesiones están preparados, han sido seleccionados desde cachorros y educados diariamente. Ahora mismo 7 perros forman parte de Candamín: dos Golden, dos perros de agua, un mestizo de Braco, un bodeguero andaluz y un labrador. Y todos viven con sus dueños. Cuatro profesionales conforman el equipo multidisciplinar: dos educadores caninos, una etóloga (Julia Piñeiro) y un terapeuta educacional.

La empresa coruñesa contempla tres áreas: terapéutica, lúdica y educativa. Los objetivos pasan por mejorar la atención, motivación o concentración de las personas, así como sus habilidades. «El perro forma parte de todo el proceso como una herramienta motivadora y los objetivos se marcan en función de las necesidades de las personas», explica Lombardía.

«Nuestra experiencia nos ha hecho ver que cada vez están más de moda las intervenciones asistidas con animales, pero no todos los perros valen por muy buenos que sean, hay que trabajar muchas cosas y ser profesionales. Cualquier persona con un buen perro no puede dedicarse a esto», añade la profesional.

Gracias a los animales, hay niños con Trastorno de Espectro Autista (TEA) y fobia a los perros que han conseguido perderles el miedo, «acaban motivándolos», sentencian desde Candamín. Para lograrlo, primero hay que hacer una valoración, establecer unos objetivos y marcar un plan de trabajo.

«El perro forma parte de todo el proceso como una herramienta motivadora»

Excursiones, música, teatro, campeonatos y mucha fiesta

En la residencia de As Gándaras ofrecen una cartera de actividades, tal y como explica Mariluz, la animadora sociocultural. Durante toda la semana, los usuarios tienen bingo, gimnasia, manualidades, memoria, actividades musicales y escucha activa. Esporádicamente también realizan actuaciones diversas que pasan por magia y sesiones de risoterapia, entre otras. Cuenta Mariluz que las salidas culturales son también un éxito y llegan hasta el Castro de Viladonga o a Monforte. Asimismo, las distintas estaciones del año dan paso a numerosas celebraciones.