La reforma del cuartel de San Fernando en Lugo: 12 millones de euros para rehabilitarlo en dos fases

LUGO CIUDAD






El Concello de Lugo aspira a captar financiación de los Fondos Europeos y se guiará por el proyecto del 2010
22 abr 2022 . Actualizado a las 17:44 h.El Concello de Lugo ha dado un paso más de cara a convertir el cuartel de San Fernando en museo de la romanización. Este viernes, ha acordado en junta de gobierno concurrir a las ayudas del Plan de Recuperación para conseguir 12 millones de euros con los que pagar el ambicioso proyecto de rehabilitación. Un proyecto que, a la vista de los requisitos de la convocatoria de ayudas del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, deberá estructurarse en dos fases. También por la propia configuración del edificio, dicen desde el gobierno local, y por sus usos futuros.
Además de esos 12 millones de euros que costará la reforma (quizás un poco más), pues el edificio lleva años deteriorándose, habría que sumar luego el coste del proyecto de musealización.
La rehabilitación de San Fernando lleva estancada una década. Ese es el tiempo que lleva en un cajón el proyecto de reforma que en su día ganó el estudio de arquitectos Buj-Colón, y por el que se guiará ahora el Concello. Ese proyecto, que le costó a la Xunta en su día 221.000 euros y que nunca llegó a adjudicar, será el que guiará la remodelación del inmueble, aunque con modificaciones. Habrá que actualizarlo para introducir medidas de ahorro energético con vistas a alcanzar un 30 % de ahorro en los consumos. Hay que tener en cuenta que a lo largo de los diez últimos años se ha avanzado mucho en este sentido.

El proyecto que los arquitectos Pedro Colón de Carvajal y Raquel Buj García presentaron, y que no estuvo exento de polémica, giraba sobre la necesidad de que la reforma minimizase su impacto sobre el edificio «hermético y sobrio» y definía el patio central como el elemento del que debía surgir todo. Para ello, mantenía el acceso principal por la calle San Fernando. Una calle que se convertirá en peatonal de la mano de los fondos Next Generation.
En cuanto al espacio expositivo, su idea era aportar por la luz natural y cenital y establecía una cubrición del patio central, generando así una zona en la que poder compaginar exposiciones permanentes y temporales. La rehabilitación del inmueble comprendía además un auditorio y salas multiusos.
Albergar 15.000 piezas
La alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, volvió a insistir este viernes en que el proyecto de reforma del cuartel de San Fernando y su finalidad como museo de la romanización no son cuestionables. «A decisión adoptada hoxe constata que a nosa postura é inamovible con respecto ao cuartel. Un obxectivo irrenunciable, de xeito consecuente co investimento feito para a adquisición do inmoble (2,5 millóns de euros) pero tamén por respecto ao sentir unánime da sociedade luguesa con relación á súa finalidade», señaló.
Además de aludir a que el sentir unánime de la ciudadanía es que allí debe situarse el museo, recordó que es además una cuestión de necesidad, puesto que hay más de 15.000 piezas arqueológicas repartidas por distintos almacenes que necesitan ser catalogadas, organizadas y puestas en valor.

En ese sentido, enumeran que el Concello tiene como depositario 1.200 cajas con material cerámico, bronces, vidrios o monedas en O Vello Cárcere. En la Casa da Xuventude hay unos 221 elementos líticos entre basas y fustes de columnas, además de ladrillos y tejas; y el almacén de Frigsa acoge otros cien objetos más. A mayores, en los diferentes museos municipales se custodian numerosas piezas: 232 en Porta Miñá, veintidós en San Roque, nueve en la Casa dos Mosaicos y trece en el MIHL, además de en los jardines de Campo Castelo, donde se cuentan otros nueve. A mayores, hay restos repartidos por museos como el Provincial o el Castro de Viladonga.
El Concello considera imprescindible un inventario riguroso y la puesta en valor de todo ese material histórico, una competencia, recuerda, que corresponde a la Xunta de Galicia, a la que Méndez insiste en pedir su implicación. Algo a lo que la administración autonómica, partidaria de otros fines para el edificio, parece resistirse.
Un Bien de Interés Cultural que espera reforma desde el 2005 y que inicialmente iba a ser el auditorio de la ciudad
Desde el 2005 está esperando una reforma integral el cuartel de San Fernando. Fue en ese año cuando el Concello de Lugo, entonces presidido por López Orozco, compró al Ministerio de defensa el edificio. Llevaba desde el año 1996 negociando su adquisición, que se sustanció en 2,4 millones de euros.
En el 2006, el alcalde anunció que entregaría el edificio a la Xunta para que construyese en el ansiado auditorio. Se habló de que Política Territorial pondría 13,4 millones de euros y el Ministerio de Cultura otros 3, pero el proyecto de reforma elegido fue denunciado por ir en contra de lo que establecía el Pepri, y en el 2007 el Icomos, el órgano consultivo de la Unesco, advirtió que el diseño no era viable puesto que repercutía negativamente en la Muralla a nivel visual.
Ante este revés, y con el bipartito al mando de la Xunta, la entonces conselleira de Cultura, Ánxela Bugallo, se inclinó por olvidar ese plan y destinar el cuartel a Centro de Interpretación da Romanización de Galicia. Pero, de nuevo, el tema se estancó e incluso el PP sugirió que el edificio podría convertirse en parador.
Con los populares de nuevo a los mandos de la Xunta, el gobierno autonómico encargó un proyecto para crear el muso y anunció que en el 2011 empezarían las obras, tasadas en 10 millones. Pero llegó entonces la polémica sobre la recepción de las llaves del edificio. El Concello decía que la Xunta tenía la custodia desde el 2008, y esta que nunca lo había recepcionado.
Y mientras tanto, el viejo cuartel, Bien de Interés Cultural, seguía languideciendo a la espera de una reforma integral y no de parches como los que registró en los últimos años. Unos años en los que el debate sobre el uso del inmueble y la implicación de las administraciones ha seguido candente.