En Lugo, en la actual plaza de Armanyá, se localizó en su día uno de los hospitales (entendido como residencia para las personas con menos recursos o mayores) construidos durante esa época por los borgoñeses, el de Santa María do Campo, un lugar al que los autóctonos llamaban por entonces el Milreo. Este nombre, explica Abel Vilela, se vincula con los mirlos, «posto que os franceses que emigraban a un sitio, desempeñaban o seu traballo, tentaban facer fortuna e volvían á casa, como os emigrantes de agora, e como fai o merlo».
¿Fue un francés el primer constructor de la Catedral?
Pero, probablemente la huella más visible del pasado francés de Lugo es la Catedral románica. Generalmente se dice que fue Raimundo de Monforte el hombre que empezó su construcción en el año 1129. «Pero creo que non era de Monforte, senón que tiña que ser de Borgoña e podía ser Montfort, ou, como os documentos estaban en latín, igual era un nome relacionado coa zona de Borgoña», apunta Adolfo de Abel Vilela, que señala, además, que el clero de la incipiente Catedral era francés.