Queso, vacas, caldo de «ósos» y maquinaria para un domingo de abril
LUGO CIUDAD





Las citas gastronómicas y exposiciones retomaron el pulso en los concellos lucenses tras la pandemia
03 abr 2022 . Actualizado a las 19:09 h.Temperaturas bajas y el sol asomando. Así se vivió el primer domingo de abril en los concellos interiores de Lugo, donde tres citas —dos gastronómicas y una agraria— marcaron la jornada con el queso, la maquinaria, las vacas y el caldo de «ósos» como reclamos.
Si el sábado fue probablemente el mejor preámbulo de la Festa do Queixo de San Simón da Costa de la historia, el domingo no se quedó muy atrás. La cita gastronómica de Vilalba congregó a numeroso público tras dos años de parón por la pandemia. «Se non foi superior, creo que esta edición foi igual á do 2019, e o sábado, o mellor da historia, seguro», resumía Javier Piñeiro, presidente de la Agrupación de queixeiros de San Simón da Costa.
Aunque la afluencia en la jornada dominical no fue masiva, la mayoría de los visitantes (muchos de fuera de Vilalba) se marchaban para casa con un queso, algo que satisfizo a los siete productores del consejo regulador. Quienes acudieron también disfrutaron con las catas gratuitas que se organizaron y con la música, el elemento que completó el tono festivo de la jornada. Ni el secretario general de los socialistas, Valentín González Formoso, quiso perderse el evento, que alcanzó su vigésimo sexta edición.

Final en la Moexmu
Mientras en Vilalba se celebraba el día grande en honor a su queso, en Muimenta tenía lugar la última de las tres jornadas de la Moexmu. Además de la exposición de maquinaria y la música, tuvo lugar el concurso de jóvenes manejadores, que comprendía a participantes entre los 9 y los 25 años, y también el de adultos.
Antes de la clausura oficial del evento, se celebró la entrega de premios a todos los participantes y ganadores de los distintos certámenes del concurso de ganado, y ya por la tarde estaba previsto el Concurso monográfico de raza can de palleiro, que alcanzaba su décimo sexta edición. Un broche de oro para un fin de semana de lo más animado.
Caldo de Ósos
Las ferias gastronómicas también regresan al sur de Lugo, tras dos años de ausencia obligada a causa de la pandemia. Vuelven, como en el Caldo de Ósos, con el ambiente festivo propio de estas celebraciones. Taboada abrió la espita de un mes de abril que por fin recupera no solo los actos religiosos de la Semana Santa, sino también su vertiente más lúdica de cara a un turismo emergente en la Ribeira Sacra.
La próxima semana será el turno de la Feira do Viño de Amandi y la siguiente, coincidiendo con el sábado y el domingo de Semana Santa, tendrán lugar la Feira Medieval de Monforte y la Feira do Viño de Quiroga.

La Festa do Caldo de Ósos celebró este domingo en Taboada su treinta edición con un día soleado pero de viento frío y cortante que para nada amilanó a la concurrencia. «A xente ten moitas ganas de volver á normalidade, de verse de novo neste tipo de festas», señala el alcalde de Taboada, Ramiro Moure.
A este caldo que se servía tradicionalmente en las matanzas se destina la carne que queda pegada al espinazo del cerdo, garbanzos y unas pocas patatas, todo ello aliñado con un sofrito en el que se ve la destreza de quien lo cocina. En Taboada tenían fama de bordarlo las propietarias del desaparecido restaurante Casa Descalzo que con motivo de la fiesta recibieron un pequeño homenaje.
Tras el pregón, a cargo de Ana Vila Portomeñe, el gremio de hostelería de Taboada ofreció en la fiesta una degustación de este plato, que también se sirvió en establecimientos de esta localidad como la Parrillada Mencía, Casa Romualdo, Cafetería Scala, Restaurante Anduriña, Tapería Devezo, Parrillada San Martiño y el Restaurante Urdi.
La exaltación del plato típico de Taboada fue la excusa para que numerosos productores locales sacasen sus puestos a la calle para ofrecer todo tipo de productos, desde embutidos a quesos, pasando por dulces, miel y vinos y orujos de la Ribeira Sacra.