Cinco lucenses se enfrentan a hasta diez años de cárcel por amenazar a un hombre con difundir imágenes íntimas suyas

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Audiencia Provincial de Lugo
Audiencia Provincial de Lugo ALBERTO LÓPEZ

Consiguieron que la víctima y su familia les terminasen entregando más de 60.000 euros para que no difundieran esas imágenes de contenido sexual

03 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Cinco personas se enfrentan a penas de nueve y siete años de cárcel por delitos de chantaje y coacciones. Los acusados, según la Fiscalía, habrían amenazado a un lucense con publicar fotos suyas de contenido sexual si no les pagaba unas cantidades de dinero que superaron, en total, los 30.000 euros.

El juicio se celebrará este martes en la Audiencia Provincial de Lugo. En la vista, se acusa a cinco personas de colaborar para obtener dinero a través de un chantaje. A uno de ellos, el principal cabecilla de los presuntos delitos, se le pide una pena de diez años de prisión por un delito de chantaje y otro de coacciones.

Para el resto, el Ministerio Público solicita ocho años de cárcel, al considerarlos colaboradores necesarios del delito.

Según la Fiscalía, el primero de los acusados le presentó una amiga a la víctima. Esa amiga, en el año 2016, contactó con el denunciante a través de redes sociales. Según el escrito, «consiguió que la víctima le enviase fotos suyas desnudo». El principal acusado conocía este hecho y, compinchado con su amiga y también imputada, le solicitó cien euros al denunciante a cambio de no hacer públicas las imágenes.

Esa misma chica, meses después, le dijo a la víctima que «su madre había visto unas fotos suyas desnudo y que quería que lo eliminase del Facebook porque no se fiaba de él». Luego, consiguió que el hombre le entregase 200 euros al mes desde el mes de octubre del 2016 hasta el mes de mayo del 2017, «entregas en la que actuaba de intermediario el principal acusado», según el fiscal.

A esta trama de chantajes se siguieron sumando colaboradores, quienes, de una forma u otra, conseguían fotos íntimas de la víctima. Para ello, usaban perfiles falsos, por ejemplo, para solicitarle imágenes de su cuerpo desnudo. Una de estas personas llegó a enviarle un mensaje a la víctima que decía «Mira, gilipollas.Tengo tus fotos. Vamos a hacer los siguiente: págame 20.00 y no lo hago. Te tengo cogido por los huevos. Dos pagos de 20.000, ya le comenté a tu amigo».

Este chantaje supuso un gran perjuicio para la víctima, que no se atrevió a denunciar hasta noviembre del año 2018

Un paso más cruel todavía

A consecuencia de todos estas solicitudes de dinero para que no se difundieran sus fotos, el principal acusado logró que el denunciante se prestase a hacer creer a sus padres que había contraído múltiples deudas de juego y prostíbulos con gente peligrosa que amenazaba con matarlo. Esta mentira fue la única opción que encontró el denunciante para proteger su intimidad, según el fiscal.

Para dar credibilidad a dichas supuestas amenazas de muerte, el cabecilla del delito logró que otro acusado se hiciese pasar por el empleado de un supuesto peligroso prestamista, por el cual se hacía pasar un amigo de ambos a cambio de 600 euros.

Haciéndose pasar por un prestamista ruso, este colaborador los amenazó con matar a su hijo o causarles mal a ellos mismos. Su objetivo era recoger una cantidad de dinero en una cafetería cercana. Les exigió 10.000 euros por las supuestas deudas de su hijo, y se envió a una amiga de los acusados a recoger el dinero.

A causa de todo ello, «persuadidos y dirigidos por el acusado, en quien confiaban por ser amigo de su hijo y quien incluso les entregaba supuestos documentos acreditativos de los pagos», los padres de la víctima les entregaron a los acusados, entre los meses de marzo y noviembre del 2018, la cantidad total de 58.700 euros, que constituían casi la totalidad de su ahorros y se sumaban a los que su hijo ya había pagado anteriormente.

Por todo esto, los acusados se enfrentan a una pena de entre 8 y 10 años de prisión, además de a una multa de casi 60.000 euros, a la que harán frente de forma conjunta y solidaria.