El sector ganadero del sur lucense, preocupado por los efectos de la guerra

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Almacén de la fábrica de piensos Aira, en Taboada, cuyos responsables comparten la inquietud del sector por un posible desabastecimiento de cereales a causa de la guerra en Ucrania
Almacén de la fábrica de piensos Aira, en Taboada, cuyos responsables comparten la inquietud del sector por un posible desabastecimiento de cereales a causa de la guerra en Ucrania ALBERTO LÓPEZ

Temen la subida de los costes de producción y la escasez de materias primas

10 mar 2022 . Actualizado a las 10:55 h.

Las consecuencias de la guerra de Ucrania suponen una grave preocupación para los ganaderos del sur lucense, particularmente del sector lácteo, que teme sufrir sus efectos de varias formas, a causa del aumento de los precio carburantes y las previsibles dificultades para conseguir materias primas. «As empresas produtoras de leite utilizan grandes cantidades de gas e con esta situación haberá uns incrementos nos custos de produción que non sabemos ata onde poderán chegar», apunta José Manuel Rodríguez, gerente de la cooperativa agroganadera Lemos, con sede en Monforte. «A isto hai que sumar os problemas que pode haber cos transportes e cos abastecementos de forraxes», añade.

Por su parte, la cooperativa agraria Aira —con sede en Taboada—, se limita a suscribir las declaraciones realizadas en los pasados días por los responsables de la Asociación Gallega de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales (Agafac), quienes señalaron que la paralización de las importaciones de Ucrania puede causar en algunas semanas escasez de maíz, una de las principales materias primas con que se elaboran los piensos. Para hacer frente a la situación, la Agafac reclama una serie de medidas, como facilitar la importación de maíz de Estados Unidos y Argentina o limitar las exportaciones de trigo a terceros países.

Situación de incertidumbre

El responsable del sindicato Unións Agrarias en el sur de la provincia, Mariano López Nieves, señala que la ganadería de leche se enfrenta a una mayor incertidumbre que la de carne «porque necesita moitísima alimentación e moita materia prima, e hai unha preocupación importante polos custos de produción, que xa estaban subindo ultimamente de xeito exponencial». Antes del inicio del conflicto bélico —dice asimismo López Nieves— ya se registraban fuertes aumentos en los precios del gasóleo agrícola y los fertilizantes. Aparte de las dificultades que puede acarrear la suspensión de las importaciones de cereal de Ucrania, añade, «hai que ter en conta tamén que para a produción local de millo fai falta moito fertilizante e cos prezos actuais a xente que o cultiva vai ter que pensar moito canto vai plantar e en que parcelas».

Ante esta situación, dice el representante local de Unións Agrarias, «os gandeiros están á expectativa do que pode pasar cando se formalice a maior parte dos contratos coas empresas compradoras, o que normalmente se fai entre este mes e o que vén». Pero los trastornos causados por la guerra, agrega, «tamén poden acabar afectando a outros sectores, como a gandería de porcino ou a cunicultura, e incluso á exportación de viños».