Los socialistas lucenses salen reforzados del congreso provincial pero con el reto de conectar sus bases locales
22 feb 2022 . Actualizado a las 12:39 h.El PSOE de Lugo cerró su congreso provincial con una propuesta de unidad e integración sobre la figura de José Tomé tras los numerosos conflictos que surgieron en el partido desde la marcha forzada del ahora aclamado Besteiro y la llegada de Gonzalo Caballero a la dirección del PSdeG. La fractura del partido en Lugo en el 2019 tuvo su reflejo en los pésimos resultados que los socialistas lucenses cosecharon en las elecciones autonómicas del verano del 2020. «Tras as liortas iniciais, levábamos uns meses en que o partido en Lugo estaba como desenchufado. Agora toca volvelo a reactivar», explicaba este domingo un veterano socialista.
Orozco, una vez que ha visto limpio su expediente judicial, ha sido rescatado por Tomé para presidir el comité de ética. Un paso más en la propuesta que quiso explicitar el ya líder oficial del PSOE lucense durante el congreso provincial: «Lugo avanza, camiñando xuntos». Orozco, en declaraciones a la Cadena Ser, destacó el espíritu de unidad que percibió el domingo, apuntando que «iso non significa uniformidade, pero si lealdade para entre todos seguir avanzando».
La cita de los socialistas de la provincia supuso (salvo alguna ausencia por enfermedad) el reencuentro de las diferentes facciones que durante unos años buscaron liderar el PSOE. Incluso hasta la presencia de Caballero causó sorpresa, pero otro histórico socialista indicó: «Nótase que é un home de partido». El acuerdo entre Tomé y Arias, destacado por ambos, y bendecido por Formoso, aleja el fantasma del pasado y los asistentes destacaron que el PSOE sale fortalecido y con la vista puesta en las elecciones locales del 2023.
Tomé apuntó que quieren consolidar las 27 alcaldías que tienen en la actualidad (además cogobiernan en otros cuatro concellos), mantener la Diputación y ganarle al PP en algunos concellos en los que en el 2019 no lo consiguieron por un puñado de votos, como O Incio (5 votos), o Taboada (14); a parte del caso especial de Monterroso, donde empataron con la candidatura de Gato. El presidente de la Diputación insistió a sus militantes que «ganarlle ao PP non é imposible, non son imbatibles nin son tan grandes como parecen».
Pero Tomé sabe que para ganar las elecciones no llega con la unidad y el trabajo en común. Como le han expresado en los últimos meses varios militantes de la provincia, cuando se le quejaban de la falta de conexión de los mandos del partido con las bases, y él mismo pudo comprobar en los encuentros que mantuvo con las diferentes agrupaciones locales, existe cierto desenganche con el partido en los municipios, especialmente donde sus portavoces son minoría, como sucede en la zona sur, de Sarria para abajo.
Este desencanto, en el que estaba el origen del movimiento que impulsó José María Arias, que reclamaba que la anterior o la nueva dirección pisase más las aldeas y las calles para conectar con los militantes y vecinos, es el gran reto al que Tomé ha decidido poner solución. En el congreso, el presidente de la Diputación dejó claro que creará un equipo específico para apoyar a las agrupaciones locales y a los portavoces que necesiten ayuda. Y además, la elección de su mano derecha en San Marcos, Pilar García Porto, para ejercer la organización del partido es una señal de que pone a una persona específica para estar conectada con las bases.
Aunque tienen sin resolver algunos problemas municipales — especialmente qué se va a hacer en Sarria— los socialistas apuntan que el partido sale con los deberes hechos, en contraposición, dicen, al caso del PP. Tomé, con fama de trabajar las 24 horas, cerró el congreso con estas palabras: «Hoxe foi día de festa, pero temos que ser ambiciosos. Agora toca traballar, escoitar aos lucenses e buscar solucións aos seus problemas».
