Los excrementos de los perros «abonan» la Muralla de Lugo

Lorena García Calvo
Lorena García Calvo LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Excrementos de perro, dentro de una bolsa en el adarve de la Muralla de Lugo
Excrementos de perro, dentro de una bolsa en el adarve de la Muralla de Lugo L.G.C.

Las heces, en bolsas o sobre el suelo, siguen afeando a diario el Patrimonio Mundial

23 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La Muralla de Lugo es el símbolo de la ciudad y está reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Es una joya extraordinaria que lleva casi 2.000 años resistiendo ataques y al paso tiempo y formando parte de la vida de los lucenses. Pero ni su valor histórico ni el afecto de la ciudadanía evitan que un puñado de incívicos (generalizar sería un error, puesto que son minoría) se tomen el adarve como el campo de paseo particular de sus perros. Así, día tras día, y año tras año, uno puede encontrarse heces de los canes sobre el patrimonio mundial.

El pasado fin de semana, sin ir más lejos, la Muralla era un hervidero de gente a mediodía con lucenses haciendo deporte y dando un paseo, y con turistas queriendo disfrutar del monumento y sacarse una foto con el mural de Diego As, recientemente reconocido como el mejor del mundo. Cuando esos caminantes bajaban la mirada al suelo podían encontrarse a lo largo del recorrido de dos kilómetros con un buen puñado de heces de perro. Algunas, directamente sobre la hierba, cual abono, y otras perfectamente guardadas en sus bolsitas. Unos paquetes que, en lugar de depositar en la correspondiente papelera, se quedaban formando parte del paisaje, a la espera del siguiente turno de limpieza.

Lo del abono perruno en la Muralla no es nuevo. Es una denuncia recurrente a la que, sin embargo, no se encuentra solución. Hay algunos dueños de perros que, aun sabiendo que se exponen a una sanción, ignoran las normas y dejan los restos para que los servicios de limpieza los recojan cuando toque. En el año 2019, llegó a ponerse sobre la mesa una cifra: cerca de 1,5 toneladas de excrementos sin recoger sobre el adarve a lo largo del año. Detallaban entonces los operarios que el turno de mañana podía recoger fácilmente unos dos kilos de excrementos a primera hora y otro kilo y medio por la tarde, lo que, echando cuentas, son unos 120 kilos al mes.

Excrementos de perro en el adarve de la Muralla de Lugo
Excrementos de perro en el adarve de la Muralla de Lugo L.G.C.

Más allá de las cantidades, lo cierto es que los que incurren en dejar las heces de sus mascotas en el adarve se exponen a sanciones económicas que oscilan, según la ordenanza municipal, entre los 60 y los 750 euros.

Como en la Muralla no hay instaladas papeleras ni se pueden colocar, los usuarios tienen que recoger los excrementos y depositarlos en algunas de las instaladas en los accesos, si bien son como máximo unos cientos de metros los que han de recorrer.

Prohibir el paso

En el 2020, la federación vecinal llegó a poner sobre la mesa la necesidad de que se prohibiese el acceso de perros a la Muralla, a la vista de que algunos propietarios no tenían consideración a la hora de recoger las deposiciones, pero en una ciudad como Lugo, con un elevadísimo censo de animales (hace tres años se estimaba que podían rondar los 17.000), y donde el monumento es parte del día a día de la población, esa decisión es delicada.

Esta apuesta de la federación vecinal por no permitir a los perros ir con sus dueños por la Muralla es compartida por algunos vecinos que, más allá del problema de las deposiciones, denuncian que hay propietarios que permiten que los canes campen a sus anchas, sin ir prendidos de la correa, generando algún que otro susto.

La norma, aquí, vuelve a estar clara, puesto que la ordenanza municipal establece que en la vía pública deberán ir atados. «Nas vías públicas ou zonas verdes os animais de compaña deberán ir debidamente identificados e suxeitos por correa ou cadea e colar», reza el texto, que recuerda que en las zonas acotadas para ellos, los caniles, podrán ir sueltos, salvo si son de alguna raza peligrosa.

En los últimos tres años el Concello no ha impuesto ninguna multa por excrementos

Sensibilizar es el camino por el que el Concello de Lugo ha apostado de cara a que los propietarios de los perros recojan adecuadamente los excrementos de los animales tanto en la Muralla como en el resto de la ciudad. Muestra de ello es que entre el 2019 y lo que va de 2022 el Ayuntamiento no ha puesto ni una sola multa a ningún dueño de perros por no recoger las heces en la Muralla.

Explican desde el Concello que hay un motivo que explica esto. Detectar este tipo de conductas incívicas es muy complejo debido a que cuando los dueños detectan la presencia de policías, actúan conforme a la norma. Es decir, que la simple presencia policial ya es disuasoria de por sí, y si no lo ven los agentes, o no hay pruebas irrebatibles, no es posible proceder a la denuncia.

Medio Ambiente está realizando estudios para buscar una solución

A lo largo de los últimos años, el Concello de Lugo ha puesto en marcha diferentes campañas de sensibilización para concienciar sobre la recogida de heces de las mascotas, pero conscientes de que el problema se mantiene, el área de Medio Ambiente, que dirige Miguel Fernández, está realizando estudios para evaluar alternativas con el objetivo, dicen, «de darlle en breve unha solución».

Sostienen desde el área socialista que ven la situación como un problema prioritario.