El 80 % del transporte de Lugo a Ourense ya evita la N-540 y congestiona el corredor a Monforte

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

El mal estado de la carretera nacional provoca que la vía de Nadela a Sarria tenga colas kilométricas

21 feb 2024 . Actualizado a las 13:25 h.

Los accesos del tráfico de todo tipo de vehículos a Lugo por el oeste y por el sur provincial llevan meses condicionados por los problemas de conservación y las obras de las principales carreteras que conectan la capital lucense con la Meseta y el sur de Galicia. En estos momentos, la A-6 está cortada en sentido A Coruña, cerca de Pedrafita, desviándose del tráfico por la N-VI. En sentido Madrid solo hay un carril habilitado en el viaducto de O Castro. Esto provoca que los transportes especiales no puedan circular por la autovía, salvo unos 15 minutos al día en los que se habilita un paso. Aun así, por ejemplo, los componentes eólicos no pueden usar esa ventana temporal por sus dimensiones.

Una de las soluciones que se ofreció el pasado verano, cuando comenzó el corte de la A-6, era que los vehículos especiales utilizasen la N-120 por Valdeorras y Monforte, con lo que tendrían que usar el corredor de Nadela para salir o llegar a Lugo o seguir camino desde o hacia los puertos del norte de Galicia. Esta decisión aumentó la congestión del tráfico en el corredor de Sarria, que ya de por sí lleva meses con problemas en la circulación.

Por una parte, las obras de desdoblamiento en autovía entre A Pobra de San Xiao y Sarria, con cortes puntuales, provocan molestias a los usuarios de la vía de Lugo a Monforte. No solo por los desvíos por la vieja carretera autonómica si no porque en determinadas horas se producen largas colas de vehículos al ser imposible el adelantamiento por estar la vía condicionada por las líneas continuas. Las obras terminarán a finales de este año, pero seguirá ya que la Xunta desdoblará el tramo Nadela-A Pobra.

Escapan de la N-540

Y por otra parte, el mal estado de conservación de la N-540, que une Lugo con Ourense, ha provocado que la mayoría del transporte convencional lucense se haya canalizado hacia el corredor de Monforte, aumentando el problema del tráfico.

«O 80 % de todo o transporte entre Lugo e Ourense xa emprega o corredor, co problema que xera para a seguridade viaria e os custes que supón para as empresas, porque hai que darse conta de que se fan máis quilómetros, contaminamos máis pola subida dos Peares e gastamos máis en combustible polos prezos que hai agora tan disparados», explica José Fernández, vicepresidente de Tradime, una de las patronales del transporte.

Así, los usuarios de la carretera de Lugo a Monforte ya se han acostumbrado a convivir con largas colas de turismos detrás de camiones que escapan de la N-540 o del corte de la A-6. En algunos momentos del día, se han llegado a ver filas de varios kilómetros de turismos a modo de procesión.

Nuevo problema, en la N-120

En las últimas semanas, se ha producido otra incidencia que está afectando al tráfico del sur de la provincia y que ha añadido más problemas a los transportistas lucenses que quieren llegar o salir de Galicia. Se trata el derribo del puente de La Barosa que daba acceso de Las Médulas a la N-120. Este paso sufrió en agosto el golpe de un remolque, lo que está obligando a construir uno nuevo en esta zona limítrofe entre León y Ourense. La circulación se desvía por un paso estrecho habilitado, pero ya hay transportistas que lo evitan por los problemas que les acarrea. De esta forma, con las obras de la N-120, la A-6 y el corredor, ya son bastantes los conductores profesionales que eligen la A-52 en Benavente para acceder o salir de Galicia.

A esto hay que sumar que desde la Demarcación de Carreteras y la Xunta se están ejecutando estos días obras de conservación en las vías de acceso a Lugo, lo que obliga a cortar carriles en determinados momentos. Este jueves ha ocurrido en la A-6 a la altura de los kilómetros 449 y 474 (Becerreá y O Corgo); en la N-120 en Quiroga y cerca de Monforte; en la N-540 entre Guntín y Taboada, en el kilómetro 29; o en la autonómica LU-546 en el kilómetro 20, en Betote (Sarria).

José Fernández, vicepresidente de Tradime y propuetario de Transfercas
José Fernández, vicepresidente de Tradime y propuetario de Transfercas ALBERTO LÓPEZ

José Fernández, de Tradime: «Non se pode ter unha nacional que une dúas capitais como unha corredoira»

El mal estado del firme de la N-540 en toda la provincia (de Lugo hasta Carballedo) lleva siendo denunciado desde hace años por conductores, transportistas y concellos. El vicepresidente de Tradime, José Fernández, apunta «que se tomarán medidas cando pase unha desgraza, porque non se pode ter unha estrada nacional que une dúas capitais de provincia neste estado tan lamentable, é unha corredoira».

Fernández explica que los transportistas hace meses que evitan la N-540 para ir a Ourense «polos rebentóns de rodas que se chegaron a producir». Indica que los únicos profesionales que la utilizan son los que deciden ir o venir de Vigo a Lugo a través del único tramo de autovía (A-56) que se construyó en Carballedo, y a través de Cea para enlazar con la autovía Ourense-Santiago. «Fálase da ‘España vaciada', pero o estado da N-540 é da Galicia profunda, o que nos está obrigando, por desgraza, a utilizar o corredor de Sarria e Monforte para ir e vir de Ourense, o que nos supón máis custes polos quilómetros e o combustible».

La pasada semana, el propio grupo socialista, al amparo de los diputados del PSOE por Lugo, presentaron en el Congreso una proposición no de ley para instar al Ministerio de Transportes a que acometa la tan demandada reforma de la N-540. Es de esperar que la propuesta salga adelante.