¿Cuál es el problema para seguir excavando en el atrio de la Catedral de Lugo?

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Catas arqueológicas iniciadas en el atrio de la Catedral de Lugo
Catas arqueológicas iniciadas en el atrio de la Catedral de Lugo Óscar Cela

El Concello apoyaría una intervención más profunda si la Xunta decide dar el paso y llegar hasta los posibles restos romanos que hay en el subsuelo

20 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La invitación que hizo el arqueólogo Celso Rodríguez Cao a las Administraciones para que se animen a dar el paso de intervenir en profundidad en el atrio de la Catedral de Lugo, aprovechando que la Diócesis lucense está realizando trabajos para cambiar el pavimento, ha abierto un viejo debate sobre las ventajas y los inconvenientes de excavar esta zona con tanta riqueza patrimonial.

Rodríguez Cao, que dirigió la excavación de la Domus do Mitreo, considera que hay suficientes indicios que demostrarían que debajo del atrio se conserva gran parte de la mansión romana que albergó el mitreo. Lo que hoy se puede admirar en el edificio de la USC no deja de ser algo más de un tercio de lo que fue la gran casa romana que ocupó esta zona, que controlaba la Vía XIX. Por ello, se considera que por el atrio o su entorno atravesaba una calzada romana, hay constancia de que existe una cloaca romana y, por las excavaciones de Bispo Basulto y Bon Xesús, hubo un edificio termal. Incluso, apuntó hace meses en una entrevista el propio Cao y el catedrático de Historia Antigua Jaime Alvar, que la Catedral se fundase en el lugar actual no es casualidad, ya que enfrente hubo un templo de culto romano, cuyos seguidores llegaron a esconder de manera premeditada su mitreo.

Esta semana comenzaron las obras de mejora del pavimento del atrio, algo que, por ejemplo, desde el colectivo Auxilia celebraron, ya que llevan años demandando una reforma de esta zona ya que era inacesible y suponía una barrera para entrar en la Catedral y el Museo Diocesano.

Las citadas obras van acompañadas de una cata de apenas 2,5 metros en la zona más profunda que, según Celso Rodríguez, dan continuidad a los restos encontrados en su momento en el solar del Mitreo: enterramientos, calzadas y edificaciones medievales y de época moderna, por lo que el arqueólogo considera que era el momento de continuar con más cotas de excavación para confirmar los restos romanos que puede haber en el subsuelo, a unos seis o siete metros.

Postura municipal

Desde el Concello de Lugo señalan que el Servizo de Arqueoloxía valora, primero, «como unha zona moi interesante aínda que pouco coñecida, de xeito que a intervención plantexada foi dirixida polos seus promotores a mellorar a accesibilidade ao templo e para coñecer a potencialidade arqueolóxica da zona».

Por este motivo, desde el gobierno local entienden que hasta que no terminen las catas «non se poderá avanzar ningunha conclusión, se ben é certo que a utilización dun xeorradar permite advertir a presenza de restos interesantes como unha calzada e muros».

Desde el gobierno de Lugo apuntan que cuando concluyan estos trabajos, «no caso de atoparse algún achado de interese, a vontade de colaboración do Concello é absoluta, dado que xa existe unha coordinación entre as institucións no que ten ver coa concesión da licenzas e o control arqueolóxico das obras que se realicen, mais se entende que a proposta de ampliación debe partir da Dirección Xeral de Patrimonio, xa que é á Xunta de Galicia a quen corresponden as competencias nesta materia».

La decisión de seguir excavando a más profundidad supondría abrir un melón de consecuencias aún por descubrir. Cuando se hizo la excavación del Vicerreitorado, las prisas por abrir el edificio el edificio universitario y los problemas con las licencias municipales provocaron que la excavación se acotase a lo que hoy vemos en la Domus do Mitreo. Por este motivo, algunos historiadores y arqueólogos consideran que más de 20 años después se debería ampliar el estudio.

Si se hiciesen unas catas a más profundidad y se documentasen importantes restos romanos, obligaría a las Administraciones a tener que tomar una decisión de gran calado: qué se haría con los hallazgos, cuánto dinero estarían dispuestas a invertir para su musealización si tuviesen interés y, no menos importante, cuánto tiempo llevaría ejecutar las obras. Hay que recordar que desde que la radial abrió en el solar donde luego apareció el Mitreo hasta el día que se abrió al público, pasaron la friolera de 13 años. ¿Estarían dispuestos el Concello, la Xunta y el Obispado a tener, al menos, una década cerrado el atrio de la Catedral de Lugo en pleno bum turístico de la ciudad?

El atrio del templo lucense se encuentra en el centro a su vez de la conocida como zona cero de Lugo, la Praza de Pío XII, donde confluyen los tres patrimonios de la humanidad (Muralla, Camino Primitivo y Catedral) y supone un ejemplo urbanístico y arquitectónico de las diferentes etapas de la historia de la ciudad. Por este motivo, esta plaza se ha convertido en el lugar elegido por los turistas para iniciar su recorrido por la ciudad.

Los investigadores de Humanidades del Campus de Lugo abogan porque las Administraciones sean valiente afronten las consecuencias económicas y molestias turísticas que pueden suponer las excavaciones en el atrio. Consideran que si se confirmaran las sospechas de Celso Rodríguez las ventajas a largo plazo para la ciudad serían innumerable, además de ayudar a completar aún más el puzle urbanístico y el origen de Lucus Augusti. Hay que recordar que en la Domus do Mitreo vivió un recaudador de impuestos del Imperio, y antes de construirse la Muralla, tuvo que ser utilizada por un notable de Roma.

Además, los historiadores y arqueólogos lucenses consultados recuerdan que Lugo aspira en un futuro a largo plazo ser calificada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, y un hallazgo de relevancia en el atrio catedralicio supondría un incentivo para conseguir ese título.