Los gestores del restaurante presentaron en septiembre un recurso de casación ante el Supremo, después de que la Audiencia dijese que también debía revertir al Estado
27 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.En el año 1958 una familia lucense obtuvo el permiso del ministerio para aprovechar las aguas del río Miño y producir energía para accionar un molino harinero situado en las inmediaciones del balneario. Parte clave de este entramado era el caneiro de Acea de Olga, uno de los 26 construidos al paso del río por Lugo. Los años pasaron, el aprovechamiento cayó en desuso y la Confederación Hidrográfica Miño Sil (CHMS) inició el trámite de extinción del aprovechamiento.
Fue en el año 2016 cuando el entonces Ministerio de Agricultura declaró extinguido por caducidad el derecho de uso del aprovechamiento de las aguas, pero también consideró que tenían que revertir al Estado, para ser gestionadas, a través de la CHMS, las obras, instalaciones y bienes que se encontraban dentro del dominio público hidráulico y que formaban parte del aprovechamiento, incluyendo el caneiro.
La decisión del Estado acabó judicializada y en junio del 2020 la Audiencia Nacional dictaminó que la concesión había caducado, que la titularidad, efectivamente, tenía que volver a manos del Estado, y que la sociedad O Muíño S.L. ya no tenía derecho de explotación.
Fue este 2021 cuando la Confederación Hidrográfica tomó posesión de la instalación, que no solo incluye el caneiro de 180 metros de longitud, sino también el edificio del molino, de dos plantas y con una terraza construida sobre el cauce, al estar levantados en zona de dominio público hidráulico.
La decisión de la Audiencia de que el edificio, usado durante muchos años como restaurante, también debía revertir al Estado, y sin indemnización alguna, ha sido recurrida. Los gestores, según confirmaron desde la CHMS, presentaron ante el Tribunal Supremo un recurso de casación el pasado mes de septiembre, que está ahora a la espera de resolución.
Más allá de lo que suceda en el alto tribunal, cuya decisión se puede dilatar en el tiempo, la Confederación todavía no tiene claro qué hará con el edificio en caso de que se valide su reversión al Estado, señalan desde el organismo de cuenca.
La reparación del caneiro de Acea de Olga empezará en primavera
Las dudas que existen sobre el edificio del molino no afectan al resto de los bienes. Desde el año 2016 hay redactado un proyecto de reforma con el que se pretende recuperar el caneiro, muy deteriorado desde el 2013, cuando se realizaron unas obras de mejora en el puente romano. La presa está destrozada y el proyecto estima que será necesario invertir más de 312.000 euros en su reparación y permeabilización. En los trabajos está contemplado un nuevo paso para los peces que permita mayor conectividad.
Explican desde la CHMS que el proyecto se encuentra en la fase final. Ya estuvo a información pública y se recibieron los informes de Patrimonio y Conservación da Natureza. Se modificó el plan original y se realizó un estudio de especies vulnerables. Tras todo esto, el expediente se remitido a la Abogacía del Estado (es parte del procedimiento) y cuando este informe, se sacara a licitación. Podría ser antes incluso de que finalice el año
La hoja de ruta de la Confederación Hidrográfica prevé comenzar la obra en la primavera y finalizarla en octubre, pues es necesario trabajar con caudales de estiaje.
El proyecto de restauración del Caneiro do Lulo, también está a punto de finalizar
El caneiro de Acea de Olga no es el único que se va a restaurar en Lugo. La Confederación Hidrográfica Miño-Sil también tiene un proyecto de reforma para el de Lulo que está a punto de finalizarse. Fue el pasado mes de septiembre cuando el organismo de cuenca adjudicó la redacción del proyecto por algo más de 14.000 euros. El siguiente paso será remitirlo para la correspondiente tramitación ambiental y a la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural. Ambas gestiones son obligatorias antes de poder iniciar las obras.
Al igual que sucede con la presa de Acea de Olga, la CHMS espera poder afrontar en el 2022 la reforma del caneiro de Lulo, teniendo en cuenta que dependen de la época de estiaje.
La historia de los caneiros, originariamente vinculados a la pesca de la anguila, es larga en Lugo. En el municipio hay registrados 26, aunque el paso del tiempo ha ido haciendo mella en muchos de ellos. Los orígenes de estas construcciones se remontan varios siglos en el tiempo y el Catastro de Ensenada recogía, allá por el siglo XVIII, una lista de 42 caneiros ubicados en el municipio de Lugo, si bien otras fuentes de esa época apuntan a cifras diferentes, tal y como se recoge en el libro Os caneiros do Miño, editado por el Concello de Lugo. En esta obra se habla de que el sistema tradicional de pesca que eran los caneiros tendrían, como mínimo, nueve siglos de vigencia en el municipio lucense.
Ese valor histórico es el que juega ahora a favor de la recuperación de las instalaciones como riqueza patrimonial, si bien el deterioro ya sufrido y la inversión económica que requieren lo ponen difícil.
