La masonería abre sede en Lugo por primera vez desde la Guerra Civil

Laura López LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Luz Modroño, gran consejera; Henrique Fernández-Mon, del triángulo de Lugo, y Eva Juan Lobato (logia azul o simbólica, tres primeros grados)
Luz Modroño, gran consejera; Henrique Fernández-Mon, del triángulo de Lugo, y Eva Juan Lobato (logia azul o simbólica, tres primeros grados) cedida

Una treintena de lucenses con «inquietudes espirituales» ya forman parte de esta institución secular, que abre este domingo su templo

20 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Las leyendas, el secretismo y los tabúes sobre la masonería van despejándose poco a poco. Pero cuesta. No en vano, en España los masones sufrieron durante décadas una feroz persecución auspiciada por el régimen franquista. Y liberarse de ese imaginario colectivo que quedó en la sociedad, no es fácil. Ahora, el número de socios o «hermanos y hermanas», como ellos mismos se denominan, ha empezado a crecer incluso en Lugo, donde cuentan con casi una treintena de miembros y donde este domingo abrirán una sede o templo por primera vez desde la Guerra Civil. Concretamente, el acto de mañana será la primera sesión ordinaria de apertura del Capítulo Britonia, que pertenece a la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain, presente en más de 150 países.

¿Qué es realmente la masonería?

Una agrupación de personas «con inquietudes espirituales», explica Ricardo Aldao, presidente del Instituto de Estudios Masónicos de Galicia. No se trata de una organización de tipo religioso o político, en cualquier caso, sería más bien de tipo filosófico. De hecho, sus miembros tienen «libertad de conciencia», es decir, pueden profesar la religión que deseen, o ninguna, o cualquier tipo de inclinación política. Los masones se reúnen para poder compartir sus ideas, inquietudes y su cotidianidad, y abordar aspectos relacionados con la actualidad o con la esencia humana.

La educación es un pilar básico de la masonería. De hecho, Aldao explica que a lo largo de los siglos han defendido una educación universal, llevándola incluso hasta los lugares más humildes. Una de sus premisas es, de hecho, «educación e instrucción», aunque tener formación académica no es ningún requisito para formar parte de la institución: «En Galicia tenemos personas con estudios universitarios, operarios sin formación superior, personas conservadoras, de centro, de izquierda...».

Abierto a hombres y mujeres

En cuanto a la presencia de mujeres, Aldao recuerda que la primera Orden Masónica Mixta Le Droit Humain del mundo proclamó la igualdad de género en 1860 y son muchas las mujeres que forman parte de la organización de la institución. Aun así, alguna logia no admite mujeres.

¿Que requisitos hay que cumplir para ser masón?

«Ser un hombre o una mujer libre y de buenas costumbres, sin antecedentes penales y con una vida honrosa que no pueda avergonzar a los hermanos, además de abonar una cuota mensual que oscila entre 15 y 20 euros al mes», continúa Aldao.

En Lugo lleva años creciendo el número de masones y hace unas semanas se constituyó el llamado Triángulo Lucus Augusti, formado por un aprendiz, que no habla y está en proceso de aprendizaje; un compañero, que ya puede hacer sus exposiciones; y un maestro, que ha alcanzado la «plenitud masónica». Esto es el germen de una logia.

El triángulo depende administrativamente de una logia, que deberá tener, como mínimo, siete miembros. En el caso del de Lugo, depende de la logia de Ourense. Son tres lucenses los encargados del triángulo: el presidente, un alto cargo de la Administración que desea permanecer en el anonimato; Juan Carlos Mejuto y Henrique Fernández-Mon. En este caso, organizarán reuniones semanales o quincenales, y cualquier persona que desee participar puede contactar con ellos en el correo tla.dh.lugo@gmail.com o la web www.tmlucus.blogspot.com.

A mayores, mañana abrirá el primer Capítulo Rosa Cruz, otro tipo de organización masónica reservada a los altos grados, independiente del triángulo y cuya entrada se restringe a quienes tengan invitación. En este caso, acudirán 22 hermanos de logias de Galicia, Asturias y Euskadi, y lo presidirá el director de cine Gonzalo Tapia. El perfil medio de sus miembros es de hombres y mujeres, de en torno a 39 años con estudios universitarios.

El capítulo se llama Britonia, haciendo honor «a la diócesis existente desde el siglo IV al VII, que agrupaba a los grandes movimientos migratorios celtas que arribaron en tierras galaicas, con sus costumbres milenarias y portadores de una rica tradición simbólica», explica Aldao. El capítulo se organiza en grados filosóficos, una escala que sus miembros van subiendo a medida que van adquiriendo conocimientos. En el caso del lucense, sigue el Rito Escocés Antiguo y Autorizado y está formado por miembros que ostentan desde el grado cuarto al 33. Su objetivo es «profundizar en las enseñanzas hiramitas y caballerescas», tratando temas como la justicia o las relaciones laborales. En este caso, las reuniones serán bimensuales.

Secretismo

En cualquier caso, desde la organización no han querido desvelar el lugar de la sede. Pero, ¿por qué sigue imperando ese secretismo? «Hay que tener en cuenta que en el resto del mundo es casi un orgullo ser masón, pero en España la masonería fue exterminada por el franquismo, con una represión brutal y donde a los masones incluso se les embargaron sus propiedades, y eso quedó en el imaginario colectivo. Y aún perdura. No en Galicia, pero en otras comunidades, como en Madrid, son frecuentes los grafitis amenazantes en nuestras sedes», expone Aldao.

Símbolos

La simbología juega un papel muy importante en la masonería, desde la escuadra y el compás hasta el triángulo delta. En la imagen, emblema o joya del grado 18 Caballero Rosa Cruz del Rito Escocés Antiguo y Aceptado.