Se pondrán en valor los restos encontrados junto al cubo VI de la Muralla
03 nov 2021 . Actualizado a las 18:36 h.En pocos años Lugo contará con una nueva zona arqueológica para visitar. El Concello acordó este miércoles ceder los terrenos pegados al cubo VI de la Muralla, cerca del Carril das Estatingas, para impulsar la puesta en valor de los restos arqueológicos que aparecieron al pie de muro romano cuando se restauró en el año 2016 el citado cubo.
Según recogen los informes del Servizo Municipal de Arqueoloxía se trata de un muro paralelo al lienzo que formaba parte de una estructura edificatoria correspondiente a una balsa rectangular de un taller de curtidos existente en la zona de época medieval y también de una galería que cruza perpendicularmente la construcción romana que, por el interés del espacio singular al que pertenecen y por su relación con el monumento, «merecen ser recuperados».
Tanto desde Arqueoloxía del Concello como desde Patrimonio de la Xunta, en la medida en que se están realizando obras de consolidación y conservación de los diferentes cubos de la Muralla, deciden qué elementos merecen la pena conservar in situ y cuáles no. Para ello no solo se basan en el estado de conservación de los yacimientos si no también en la singularidad de los mismos. Por ejemplo, en los últimos años han aparecido más escaleras de acceso a la Muralla, pero se han decidido estudiar y catalogar, para luego volver a tapar. No ocurre en cambio con el hallazgo hecho en esta zona en el 2016.
Para abordar esta actuación, el equipo de gobierno local aprobó realizar un convenio con la Consellería de Cultura con el fin de definir los términos de colaboración entre ambos organismos.
La parcela en la que se harán los trabajos
El Concello pondrá a disposición de la Xunta de Galicia una parcela, situada entre el Carril das Estantigas y la ronda interior, para que pueda acometer los trabajos, entre los que se incluye la realización de sondeos y tareas de control arqueológico, tanto cara el interior como el exterior de la Muralla, así como la recogida de toda la información posible sobre las estructuras exhumadas en el año 2016 y que permitan completar los datos que ayuden a interpretar los restos existentes.
«A intervención suporá o recoñecemento de achados dun valor sobranceiro que contribúen a incrementar a riqueza patrimonial que posúe a cidade, ligados á nosa historia, á nosa cultura e, polo tanto, á nosa identidade o que demostra a transcendencia de darlle prioridade á restauración, coidado e mantemento dos bens locais», explicó la alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, al acabar la junta de gobierno.
La regidora lucense explicó que, según el protocolo autorizado esta mañana, el Concello, además de facilitar la plena y libre disponibilidad de los terrenos necesarios para dar paso y que la Consellería de Cultura pueda ejecutar las obras, será el responsable de aprobar el documento técnico de las acciones así como de conservar y gestionar el acceso aos restos.
Levantarán dos miradores para ver mejor el yacimiento
«A proposta que manexamos para poder visualizar o túnel e a balsa ou piscina dende o exterior será coa instalación de dous pequenos miradoiros abertos, situados na zona verde próxima ao parque canino, que estarán delimitados cunha varanda de aceiro e disporán dun panel informativo, mentres que as visitas ao interior se levarán a cabo cun acceso limitado e restrinxido que se xestionará dende o Servizo de Arqueoloxía», indicó Lara Méndez.
El documento, que se firmará próximamente, recoge la creación de una comisión paritaria en la que cada administración contará con dos representantes para poder realizar un seguimiento de las actuaciones que se vayan realizando.
Una curiosa escalera
Las obras que se desarrollaron en el cubo número 6 correspondieron al plan de mantenimiento trazado por la Xunta para la Muralla para el período 2015-2016 y supusieron mejoras en el muro y en impermeabilización.
El arqueólogo Celso Rodríguez fue el encargado de ejecutarlas y al inicio de los trabajos ya señaló a este periódico que la escalera que hay en este cubo «tiene una tipología diferente a las ya excavadas». La diferencia está en que «la entrada frontal se suele hacer en la línea de inflexión hacia dentro del muro; esta, el acceso que tiene baja bastante en relación con el intervallum», la calle interior.
Rodríguez indicaba hace cinco años que «en el hueco de la escalera se han documentado cuatro niveles de relleno». El estudio de estos niveles no resultará especialmente fácil, porque no aparecen materiales que permitan datarlos, afirmaba. En los trabajos realizados hasta el momento no aparecieron más cerámica que algunas tégulas, como material de relleno, y no se localizaron monedas.
