Problemas con la empresa que redactaba el pliego de contratación de los trabajos obligaron al Concello de Lugo a encomendar a otra firma su elaboración
23 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.La primavera pasada, el Concello de Lugo anunció que el nuevo auditorio de Magoi abriría sus puertas tras el verano, una vez ejecutadas las obras necesarias para poner en marcha la nueva infraestructura. En ese momento la alcaldesa, Lara Méndez, prefirió no precisar más la data, puesto que cuando de obras se trata los tiempos no son ciencia exacta, y mucho menos en un edificio al que los técnicos municipales detectaron 220 deficiencias. Esa cautela de la regidora se ha demostrado justificada, puesto que medio año más tarde los trabajos de reparación todavía no se han puesto en marcha.
El motivo, explican desde el Concello de Lugo, ha sido un contratiempo con la empresa a la que encomendaron redactar el pliego de contratación de las obras. El gobierno local encargó a un gabinete externo que hiciese el contrato recogiendo todas las mejoras que había que hacer, y que se cifraban en 220, para luego sacar a concurso la ejecución de los trabajos, que se estima en cerca de 300.000 euros.
La empresa se puso a trabajar en el pliego, pero antes las constantes correcciones y cambios que se demandaban desde los servicios técnicos municipales, el Concello se vio en la obligación de encomendar a otra firma externa que redactase el contrato en cuestión. Este cambio dilató el proceso, y ahora la segunda empresa está ultimando el pliego. La previsión del Concello es llevarlo a la junta de gobierno local en un plazo breve de tiempo, y poder sacar así a concurso las mejoras imprescindibles en el auditorio de Magoi para poder abrirlo al público.
Traducido al calendario, se trata de un proceso de varios meses. Ahora hay que acabar de redactar el contrato de ejecución de las obras, luego sacarlo a licitación, adjudicarlo a la empresa que sea y, finalmente, ponerse manos a la obra con las reparaciones. Teniendo en cuenta que la administración tiene unos tiempos muy marcados, habrá que aguardar todavía unos meses hasta que la nueva instalación esté adecentada y lista para empezar a funcionar. Si el 31 de marzo Lara Méndez hablaba de que la instalación se abriría para después del verano, es decir, unos seis meses después, ese margen puede servir de orientación.
El informe interminable
Redactar el pliego de contratación de las obras de reforma del nuevo auditorio tiene su enjundia. Principalmente, porque ha de dar solución a las necesidades que se recogen a lo largo del dosier de 120 páginas que redactaron los técnicos municipales y que enumera un total de 220 deficiencias. Entre los problemas que se detectaron al revisar la instalación, muchos se vinculan a filtraciones y hay numerosos desperfectos ocasionados por la humedad que obligarán a hacer mejoras en suelos, tarimas, paredes, puntos oxidados...
El deterioro del edificio, que costó más de 20 millones de euros a la Xunta, se debe, según dijo en su día Lara Méndez, a algunos errores constructivos pero «fundamentalmente ao tempo que o inmoble estivo desocupado, sen uso e tamén sen mantemento, ata a súa entrega, pola que agardamos 15 anos». Y es que durante mucho tiempo Concello y Xunta mantuvieron un pulso por cómo debía entregarse el inmueble y quién debía asumir cuestiones como el equipamiento, que costó más de dos millones.
La rotura del vidrio de la fachada no tuvo relación con un acto vandálico
El pasado mes de septiembre el Partido Popular de Lugo denunciaba que uno de los grandes vidrios que componen la fachada del auditorio de Magoi había aparecido roto. La formación vinculó la rotura a actos vandálicos consecuencia de la falta de seguridad en la parcela, cuyo perímetro está abierto. Sin embargo, la rotura podría no tener nada que ver con el vandalismo, sino con el propio edificio y sus pormenores constructivos y de conservación.
Tiempos eternos
Lugo está gafado cuando del nuevo auditorio se trata. Lleva demandándolo 20 años, y en este tiempo la ciudad ha visto cómo primero se caía la propuesta para levantarlo en el cuartel de San Fernando, y cómo luego se iba dilatando en el tiempo la edificación del nuevo.
Primero la construcción, luego el largo debate sobre quién debía equiparlo y su instalación y más tarde el mano a mano entre Concello y Xunta por la recepción del inmueble, que se sustanció en junio del 2020 a pesar de que el gobierno local dejó claro que podía haber desperfectos. Ahora, el gobierno de Méndez gastará más de 300.000 euros.
