Estaban Girón: «Lugo estaba pidiendo a gritos una oferta de ocio como el Caudal»

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Toundra, con su guitarrista Esteban J. Girón en primer plano.
Toundra, con su guitarrista Esteban J. Girón en primer plano. IÑIGO DE AMESUCA

Además de ser guitarrista del grupo Toundra, lleva más de una década trabajando desde otra perspectiva en el mundo de la música, como gestor de la parte comunicativa de varios eventos musicales desde la empresa Bring The Noise

15 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Dicen que los músicos -aquellos a los que les va bien- son las personas que más disfrutan de su trabajo en el mundo. A Esteban Girón (Navia, 1987), sin embargo, parece no servirle con ser el guitarrista de la banda instrumental Toundra, que actuará el próximo viernes en el Caudal Fest. Además, lleva más de una década trabajando desde otra perspectiva en el mundo de la música, como gestor de la parte comunicativa de varios eventos musicales desde la empresa Bring The Noise.

-¿Cómo es el negocio de la música desde dentro?

-[Ríe] Pues mucho más profundo de lo que parece. Detrás de las estrellas mediáticas, de las figuras y de las grandes caras, hay muchísimos curritos trabajando horas y horas para que todo salga bien. Yo estoy en ese punto, claro.

-¿Por qué decidió dar el salto a la gestión musical después de ser músico?

-Soy muy inquieto, me gusta meterme en todos los líos posibles y quería ver que se sentía desde el otro lado. También es cierto que empecé muy joven, así que pertenezco tanto a un lado como al otro.

-Ya que conoce los dos mundos, ¿qué significa poder tocar en un festival para alguien que está empezando en el sector?

-Es una pasada. Pero para los que empiezan y para todos. No hay nada en el mundo como subirse a un escenario. Es una sensación única y yo no la cambio por nada.

-El año pasado tuvieron que cancelar el Caudal Fest y muchos más. ¿Cómo va saliendo de este bache?

-Realmente fue muy duro. Hubo un montón de cancelaciones, de parones, de aplazamientos... Hubo mucha gente que trabaja en el sector y a la que le iba muy bien antes de la pandemia y que tuvo que tirar de los ahorros de sus padres para no quedarse en la calle. Es duro, pero es así. Ahora parece que poco a poco vamos saliendo. Es difícil de entender cómo podemos estar viendo las medidas tan laxas que tienen en festivales de otros países cuando aquí todavía estamos con restricciones duras, pero al mismo tiempo siempre pienso en cómo verán las cosas las personas que han perdido a algún familiar por el covid-19. Creo que debemos encontrar un punto medio.

-¿Qué tiene Lugo de especial para acoger este evento?

-Había una demanda latente en Lugo para un evento de estas características. Existían el Arde Lucus y el San Froilán, dos fiestas con muchísimo éxito, pero el Caudal es diferente. El Concello supo verlo de una manera magnífica y tuvimos la oportunidad de llevarlo a cabo. Lugo es una ciudad en la que la gente se vuelva con cualquier tipo de ocio, así que una celebración así era un plan perfecto.