La pandemia llevó a cientos de lucenses a dejar Lugo e irse al rural

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Centro de Lugo sin apenas gente esta tarde del 23 de agosto
Centro de Lugo sin apenas gente esta tarde del 23 de agosto Óscar Cela

La capital lucense perdió población que se marchó a concellos limítrofes

24 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La pandemia del coronavirus rompió una tendencia demográfica asentada durante décadas en la provincia: la población rural emigró hacia la capital o las cabeceras de comarca, con lo que sumado al saldo vegetativo negativo, aboca a numerosos municipios a una despoblación con consecuencias en numerosos ámbitos de la vida cotidiana.

Pero en el 2020 se ha roto ese modelo de migración interior a la capital y numerosos lucenses han regresado a sus municipios de origen, han rehabilitado casas en herencia o han comprado vivienda en el campo. Las restricciones de movilidad (más estrictas en las ciudades), el miedo al contagio del coronavirus y la sensación de mayor libertad en las aldeas han sido factores que han favorecido saldos migratorios interiores inusuales durante este siglo.

Solo así se puede entender que el saldo migratorio interno (el que muestra el número de personas que llegan a un concello frente a las que se van a otro dentro de Galicia) en Lugo ciudad haya sido el peor que se recuerda en décadas, con 771 menos. ¿Adónde se marcharon esos lucenses? Todos los concellos limítrofes con Lugo han tenido cifras de nuevos vecinos que no se recordaban en años.

Los datos que presentó el viernes el Instituto Galego de Estatística (IGE) muestran que los municipios más grandes han perdido población por la migración interior, pero esta no se ha ido a comarcas lejanas, si no más bien han apostado por concellos cercanos. Solo así se entiende que Friol, Guntín, Outeiro, Castro, O Corgo o Castroverde vean crecer su población procedente de Lugo, donde mantienen sus puestos de trabajo, están cerca del HULA y tienen los servicios de una capital a menos de 15 minutos, además de más margen de maniobra ante restricciones de movilidad. En cambio, pocos concellos de la montaña han tenido saldo migratorio positivo.

Armando Castosa: «A xente escapou dos pisos e aposta por casas no rural»

Cospeito es un ejemplo de municipio del interior de la provincia que ha visto incrementado su saldo migratorio gracias a la pandemia. En la última década solo había tenido un dato positivo en el 2011, con 13 altas de diferencia entre llegadas y marchas. A lo largo de la década llegó a tener años (2018) con un saldo migratorio interior de menos 68. Pero como ha ocurrido en 59 concellos de la provincia, en Cospeito el 2020 ha tenido cifras positivas de saldo migratorio, en concreto 52.

«Viñamos notando cada vez máis que se asentaba nova xente no municipio pero no 2020 foi moita, eu creo que escapando dos pisos e das cidades e vilas grandes e apostando por casas e terreos», explica el alcalde, Armando Castosa. El alcalde popular señala que no entendía como en los últimos años municipios como el suyo iban perdiendo población cuando la calidad de vida y la mejora de las comunicaciones jugaban a favor de lugares como Cospeito: «Hoxe un polígono como o do Ceao está a 12 minutos en coche de Cospeito. Coa mellora das comunicacións, hoxe en día pódese vivir ben en lugares como este municipio e preto dunha cidade como Lugo».