José Luis Benedito: «Tres accidentes de veterinarios en Lugo en un año no son casualidad»
LUGO CIUDAD
El presidente del Colegio de Veterinarios provincial destaca la falta de seguridad para profesionales y para ganaderos
30 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.José Luis Benedito está a punto de cumplir su primer año al frente del Colegio de Veterinarios de Lugo. Ya participó antes en la entidad, pues fue representante de la Facultade de Veterinaria (USC),
—En los momentos más duros de esta pandemia, algunas veces se oyeron quejas por falta protagonismo de los veterinarios. ¿Estuvo valorado su papel?
—No. No se ha valorado pese a que en zoonosis tenemos bastantes recursos. Tenemos conocimiento, porque tratamos con los animales y algo que tenemos en cuenta son las enfermedades que los animales pueden transmitir al hombre. Si no se vigila eso, aparece la contaminación a las personas. Esa función de vigilancia y de control es algo que los veterinarios hemos hecho toda la vida.
—¿Tiene arreglo esa situación?
—Siempre nos hemos puesto a disposición de la administración, tanto de la autonómica como de la nacional. Es normal que se cuente con nosotros y con otras profesiones cuando se trata de enfermedades del hombre; es algo fundamental. Cada profesión tiene su función, y si la cumple, ya es suficiente. Estamos a tiempo de hacer cosas y de evitar que vengan otros problemas, generalmente víricos. Los problemas de los animales pueden pasar a las personas. ¡Y hemos tenido suerte con las vacunas, porque en un año han estado listas! ¿Se ha saltado algún procedimiento? Sí, pero la gravedad de la situación lo requería. Incluso en el trabajo para averiguar de dónde procede el coronavirus la Organización Mundial de la Salud ha tenido en cuenta a los veterinarios; aquí no hemos sido tenidos en cuenta. La salud no es solo asunto del médico o del farmacéutico; pueden intervenir también un matemático o un físico.
—Últimamente han alertado de accidentes sufridos por veterinarios. ¿Es algo preocupante?
—Creo que tres accidentes en un año, uno de ellos mortal [un veterinario fue golpeado en la cabeza, mientras trabajaba en una explotación de As Nogais], así lo demuestran. El asunto es que la empresa que contrata a los veterinarios debe mirar por los trabajadores y la administración debe vigilar: tres accidentes en un año en Lugo no son casualidad. Se puede decir que Lugo es una provincia muy ganadera, pero A Coruña también lo es y no ha tenido accidentes. Los casos dicen que la profesión no es segura, hay que poner más medios. Hay una normativa de 1997: ¿se está aplicando? Debe haber dos veterinarios presentes en cada explotación; estamos hablando de animales de 600 kilos. Por ejemplo, hay que sacar sangre, y si la vaca da una patada, puede haber lesiones en el veterinario y en el ganadero. Hay profesionales que se quejan de dolores crónicos en el hombro. La administración dice que algunas cosas son un gasto; pero yo creo que no, que es apostar por el futuro de la profesión. No se pueden poner peros en el asunto económico cuando hay vidas en juego. Estamos pendientes de que el Ministerio [de Agricultura, Pesca y Alimentación] nos llame y de que la Xunta nos convoque.
—¿Hablamos de una profesión de riesgo?
—Sí. Además de los veterinarios de saneamiento, los veterinarios clínicos también tienen accidentes: roturas de ligamentos por resbalones, golpes... Las inspecciones de alimentos se hacen en mataderos, que suelen estar llenos de agua para la limpieza, como las lonjas.
—¿Hay suficientes medidas de seguridad en los ganaderos?
—Los ganaderos también tienen sus riesgos, y cuando hablamos de seguridad, los incluimos a ellos. Hay que incidir en la mejora de las explotaciones para que no haya golpes; hacen falta mangas y trabadizas para que no haya riesgos. En Lugo hay un déficit de seguridad en el trabajo de los veterinarios y de los ganaderos.
—¿Cuánto suponen de avance para los futuros veterinarios unas instalaciones como las de la Granxa Experimental do Leite?
—Es un avance en el que se pueden ver novedades tecnológicas. El ordeño se hace con un robot; pero nosotros podemos tener sensores para saber cuántas veces come o cuántas veces está acostado un animal. La Diputación ha sido siempre un apoyo.
Una estancia en Lugo de casi cuarenta años
José Luis Benedito (Madrid, 1956) llegó a Lugo ciudad, como profesor contratado, a comienzos de los ochenta, tras haber estudiado la carrera en Madrid y haber sido profesor meritorio en León. Hoy es catedrático de Medicina y Cirugía Animal en el campus de Lugo. Destaca que el aprendizaje no se acaba con el final de la carrera. «Hay que seguir leyendo artículos, libros... El que no lo hace eso se queda anticuado», subraya este profesor.