El macabro crimen sin resolver que esconde un cartel reivindicativo frente a los juzgados de Lugo
LUGO CIUDAD
Dos fotos de las víctimas y los capítulos de un relato son dos de los elementos de una historia que tuvo en vilo a la ciudad durante décadas
09 jun 2021 . Actualizado a las 21:23 h.Más de 27 años. Ese es el tiempo que ha pasado desde aquella tarde de abril del año 1994. Era un día muy caluroso, según recuerdan algunos lucenses. Demasiado para ser todavía primavera. Parecía un día más, víspera del Primero de Mayo, pero para dos familias, nada volvería a ser igual.
Esteban Carballido Teijeiro, un joven reponedor (iba a cumplir 26 años), y María Elena López Lens, casada y madre de dos hijos, trabajaban en el Cash Récord del polígono de O Ceao, como cada día, cuando una persona entró en el negocio. El hombre les disparó a ambos en la cabeza, quitándoles la vida de inmediato. Según las investigaciones, un cómplice y él salieron del local con quince millones de pesetas (algo más de 90.000 euros), después de haber destrozado a dos familias para siempre. El caso sigue sin resolver.
La persona que encontró los cuerpos, y la protagonista de la colocación de este misterioso cartel, es Isabel López, hermana de Elena. «El cartel está formado por una hoja con las fotos de mi hermana y de Esteban, y luego unos folios en los que cuento la historia tal y como yo la viví». Así explica la mayor luchadora «porque se haga justicia» con respecto a este caso que existe en Lugo. Hasta el inicio de la pandemia, López realizaba manifestaciones, actos, huelgas de hambre o sentadas, reclamando que no se cerrase el caso por su prescripción (algo que consiguió). Ahora, ha tenido que innovar para seguir manteniendo viva la memoria de las dos víctimas del crimen del Cash Récord de O Ceao.
El cartel, situado justo en la fuente de los leones, que conforma la rotonda de la Praza de Avilés, se sitúa entre el edificio de los juzgados y la Audiencia Provincial, algo muy simbólico para Isabel López. «La gente siempre me ha dicho que tengo que escribir un libro, así que pensé que era buena idea empezar por un relato desde mi punto de vista», explica.
Varias personas fueron citadas a declarar recientemente
El caso, sin embargo, no está ni mucho menos cerrado. A pesar de que este tipo de delitos prescriben a los 20 años de su comisión, no es el caso de este crimen. Fuentes de la Fiscalía de Lugo confirman que todavía se están llevando a cabo diligencias solicitadas por la acusación particular, personificada en Isabel López y su abogado. Estas diligencias se tratan de declaraciones de varias personas que tuvieron relación, de una forma u otra, con el asesinato o con la investigación que se inició tras él, la última de ellas celebrada hace menos de dos semanas. Solamente falta uno de estos testimonios, aunque la acusación podría pedir nuevas diligencias si lo considera, y el caso seguiría su curso si la Fiscalía las aceptase.
Desde hace algo más de veinte años, la investigación se centró en un principal sospechoso. Se trata de un hombre que fue tiempo después localizado trabajando en Burgos, pero contra el que nunca se pudieron recabar las suficientes pruebas como para inculparlo oficialmente, aunque ya declaró como imputado en el año 1997. Por lo tanto, según fuentes cercanas al caso, el proceso se encuentra en una situación «en la que solo se admiten diligencias encaminadas a buscar pruebas contra este sujeto, y no contra nadie más». Debido a las circunstancias, de hecho, se llegaron a barajar grupos de A Coruña, el sur de España o incluso relacionados con los GRAPO como posibilidades.
Que haya un sospechoso es, de hecho, la única razón por la que el caso no prescribió a los 20 años. Finalmente, serán los juzgados quienes decidan si se acusa finalmente al único imputado en los 27 años de proceso, aunque las expectativas de la acusación son muy pesimistas a este respecto.