Usuarios despistados y mucho aprendizaje pendiente en el primer día del nuevo bus en Lugo

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Dos chicas miran con atención las nuevas líneas de bus
Dos chicas miran con atención las nuevas líneas de bus ALBERTO LÓPEZ

Los conductores de los autobuses se pasaron la jornada explicando los nuevos recorridos a unos viajeros que se debatían entre el escepticismo y la esperanza

01 jun 2021 . Actualizado a las 19:52 h.

Lugo estrenó este martes su nueva movilidad con la peatonalización de A Mosqueira y la puesta en funcionamiento de las nuevas líneas del autobús urbano, los dos proyectos estrella para este mandato del área de Mobilidade, que lidera Rubén Arroxo. Toda una revolución que unos encajaron con esperanza y agrado y otros con rechazo. Porque alterar las costumbres, aunque sea para coger el bus, puede ser casi un asunto de estado.

Cambios en los recorridos, en las frecuencias y hasta en los números de los autobuses. Eso fue lo que los lucenses se encontraron nada más despuntar el día, por lo que la imagen que más se repitió fue la de los conductores explicando una y otra vez por dónde pasaba su autobús y cuál tenía que coger si quería llegar a un sitio o al otro. Así una y otra vez, como si se tratase de un mantra. Porque aunque hacía meses que se habían anunciado los cambios y en los últimos días el área de Mobilidade del Concello bombardeó con explicaciones sobre las nuevas rutas, a la mayoría de los usuarios los pilló con el pie cambiado.

Las nuevas líneas entraron en funcionamiento este martes
Las nuevas líneas entraron en funcionamiento este martes ALBERTO LÓPEZ

«Non sabiamos que empezaban hoxe», explicaban dos trabajadoras del HULA a mediodía tras coger el bus que las llevaría hasta Fontiñas. «De ter sabido que era hoxe o cambio non teríamos estado tanto tempo esperando, pero así xa o sabemos. Confiamos en que sexa para ben, en que haberá máis frecuencias», señalaban. Ya subidas en el bus, recogían un mapa de las nuevas líneas para empezar a empaparse de la nueva red de transporte público de la ciudad.

Su caso, lejos de ser la excepción, era la norma. En cada parada se veía a los usuarios dubitativos y, ya dentro del autocar, el debate giraba sobre el nuevo modelo urbano. El cambio, a pesar de avisado, pilló a media ciudad con el pie cambiado. «Este vai pola Avenida da Coruña?». «Este pasa por Garabolos?». Las preguntas se sucedían ante los pacientes conductores, resignados a tener que hacer una labor didáctica durante los primeros días del servicio.

Uno de esos conductores reconocía que la jornada estaba siendo «terrible» en cuanto a dudas y a escuchar quejas, y reconocía que la peor parte se la llevaban los mayores que, acostumbrados a la rutina, estaban encajando a regañadientes los nuevos tiempos.

Porque en el transporte urbano nunca llueve a gusto de todos. «Hai que acostumarse. Antes estaban ben, pero todo o que sexa para mellorar é positivo. Hai que darlle tempo», decía una usuaria antes de subirse a una de las líneas del HULA.

En la primera jornada había mucha incertidumbre sobre qué bus coger
En la primera jornada había mucha incertidumbre sobre qué bus coger ALBERTO LÓPEZ

Pantallas a medio gas

Con la entrada en vigor de las nuevas líneas, el área de Mobilidade pretende fomentar el uso del transporte público en la ciudad, y para animar a los lucenses a familiarizarse con los viajes en autobús y no desesperar con los cambios de la primera jornada, ayer todos los billetes eran gratuitos, algo que también sorprendía a la inmensa mayoría.

Porque junio comenzó en Lugo repleto de cambios que se irán asimilando poco a poco, y que tienen margen de mejora. Es lo que ocurre, por ejemplo, con las 21 pantallas informativas ubicadas en las paradas y en las que se informa del tiempo que falta hasta que llegue el autobús. Arrancaron a trompicones, y en estos días se calibrarán hasta que funcionen a la perfección. Esto es parte del SAE, el sistema de seguimiento de los autobuses, que también permitirá ver los recorridos en una web que por el momento tampoco incluye esta opción.

El PP recogerá sugerencias para mejorar el servicio y las trasladará al gobierno local

El Partido Popular de Lugo chequeará en los próximos días la opinión de los usuarios sobre los 21 nuevos trayectos del bus urbano en la ciudad, para luego trasladar al gobierno esas visiones, de cara a buscar soluciones.

«Hay propuestas de todo tipo, no solo quejas, sino también ideas que supondrán mejoras para el usuario del transporte público», aclararon los populares, que consideran clave para el crecimiento de la ciudad contar con un buen servicio de buses.

Con lo que no comulga el PP de Lugo es con la «obstinación del BNG», al que acusan de negarse a la gratuidad de los transbordos y a los viajes gratis para los menores de 18 años, jubilados, parados y personas de pocos recursos.

Sobre la primera jornada, los populares aseguran que «hubo quien tuvo que recurrir a un taxi para ir a trabajar; estudiantes que perdieron los autobuses; vecinos que esperaban el bus en paradas anuladas; paradas nuevas que no tienen señalización...», y acusan al BNG de autobombo.

La Federación vecinal programa reuniones para recoger quejas por las nuevas rutas

La Federación de Asociacións de Veciños Lucus Augusti cargó esta martes contra el área de Mobilidade del Concello de Lugo por el diseño de las nuevas líneas de bus. El colectivo acusó al BNG de «ter unha actitude de prepotencia e soberbia na toma de decisións» del cambio de rutas y de haber diseñado las líneas «sen a participación dos veciños e sen contar co tecido asociativo, sen dar información barrio a barrio sobre estes cambios nas liñas do bus urbano, e cunha absoluta falta de diálogo».

Tras reunirse con los vecinos de O Carqueixo y A Ponte y hacerse eco de sus quejas, la Federación ha programado varias reuniones por distintos barrios. Ayer estaba previsto que se viesen con vecinos de Montirón, hoy a las 20.30 con los de A Tolda, mañana con los de Abella, el día 8 con los de Paradai y el día 10 con los de Albeiros.

La Federación aseguró además que hay malestar entre los vecinos del barrio de Albeiros, que serían los únicos de la ciudad sin conexión directa con el hospital Lucus Augusti.