Renuevan Quiroga Ballesteros y dejan sin enterrar el cableado

LA VOZ LUGO

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La renovación de la calle Quiroga Ballesteros no incluirá la retirada de los cables que la afean
La renovación de la calle Quiroga Ballesteros no incluirá la retirada de los cables que la afean OSCAR CELA

Los trenzados seguirán colgados de las fachadas de la céntrica calle lucense a pesar de que el Pepri lo prohíbe

18 may 2021 . Actualizado a las 12:24 h.

Una de las calles más concurridas del casco histórico de Lugo acaba de ser remodelada y convertida en peatonal, pero sin eliminar los cables eléctricos y de telecomunicaciones de las fachadas, a lo que obliga la normativa urbana dentro de la Muralla, el Pepri. Este Plan especial de protección del recinto histórico (Pepri) para toda la zona amurallada prohíbe el cableado a la vista, aunque desde el Concello dicen que no se puede obligar a las empresas a soterrarlo porque no tienen recursos legales para ello.

Desde el Concello de Lugo explicaron que se hizo un túnel de servicios bajo el nuevo pavimento, pero que no servirá para retirar los cables de las fachadas. Sin embargo, tampoco se hizo el túnel de servicios, sino que las tuberías de agua, luz y saneamiento siguen rutas distintas y con tapas de registro salpicadas por toda la calle, como se aprecia con la obra ya casi acabada. Lo confirma además el hecho de que Concello explicó que algunos cableados que ya estaban enterrados siguen en sus viejas ubicaciones, pero todo lo que está colgado de las fachadas, así seguirá. Desde la empresa constructora precisaron que se ajustaron al proyecto entregado por los técnicos municipales, que no incluye un túnel de servicios.

Algunas empresas de suministro eléctrico y de telecomunicaciones respondieron que en el caso de esta calle no tienen previsto por el momento ningún plan de soterramiento del cableado, aunque hubiesen quedado realizadas las obras de canalización necesarias para ello.

Con la obra acabada, se puede apreciar que junto a algunas fachadas quedan tuberías colocadas en el suelo para la introducción de cableado eléctrico, pero ni siquiera eso ocurre en todas las fachadas. En caso de que se hubiese construido un túnel de servicios tal como recoge la normativa, con las correspondientes canalizaciones desde ese gran canal central hasta cada una de las fachadas, quizá el Concello estaría en condiciones de solicitar a las empresas distribuidoras que descolgasen los fajos de cables de las fachadas y los ordenasen por el interior del nuevo túnel.

Pero al no haberse construido, el Concello no tendrá ahora ninguna autoridad moral para tal exigencia, porque las propietarias del cableado argumentarán que habría que hacer nuevas obras y levantar el pavimento recién colocado para construir una red subterránea planificada de forma racional para toda la calle. Entonces se podría aplicar el artículo del Pepri que dice: «En las instalaciones aéreas existentes, se producirá la subterraneización (sic) mediante convenio entre las compañías concesionarias y el Ayuntamiento, de modo que se realice de forma simultánea con las aperturas de zanjas de otros servicios o renovación de pavimentos». Y sigue diciendo el plan que esos trabajos «serán por cuenta de las compañías respectivas y previa la oportuna programación y coordinación». Sin embargo, desde el Concello reconocen que no se planteó esta posibilidad a las empresas.

Canalizaciones y arquetas salpicadas

La falta de un túnel de servicios por el que discurrirían todas las canalizaciones y cableados supone que la nueva calle queda salpicada de arquetas, registros y conducciones de forma aleatoria, sin la organización armónica y homogéna cuando todo sale de una espina central.

ALBERTO LÓPEZ

En pleno casco histórico

Estas imágenes de cableado desordenado que afean cualquier casco histórico son precisamente las que el Pepri manda desterrar dentro del recinto de la Muralla romana. Sin embargo, ni con la declaración de Patrimonio de la Humanidad se atajó este grave feismo.

ALBERTO LÓPEZ

Una calle que iba a ser uno de los paseos cubiertos más bellos de España

La peatonalización de la céntrica calle Quiroga Ballesteros fue perdiendo fuelle a medida que pasaron los meses. Inicialmente se había planeado como una obra muy ambiciosa, por estar situada entre las dos plazas de abastos y al lado de la plaza de Santo Domingo. Iba a ser un paseo cubierto con cristal, casi a la imagen de las galerías cubiertas de algunas ciudades italianas, para lo cual se organizó incluso un concurso de ideas y se eligió un proyecto ganador tras varias modificaciones. Pero después el proyecto de cubierta se eliminó porque supuestamente afectaría a la iglesia románica de San Pedro. Desde el departamento de Cultura de la Xunta advirtieron que la cubierta debían tener en cuenta la presencia de la iglesia de San Pedro. Pero no prohibía su instalación, sino que simplemente los técnicos de la Xunta recordaban al Concello que se tuviese en cuenta el templo a la hora de interpretar y aplicar la normativa, para que la cubierta no impactara negativamente en la iglesia. Sin embargo, la decisión fue la de retirar la cubierta y dejar el proyecto en un cambio del pavimento de la calle. Ahora, con la obra casi acabada, se ve que la renovación no incluyó un túnel de servicios como dicen desde el Concello, sino que las diferentes redes y canalizaciones discurren independientes por diversos lugares de la calle. Tampoco se dejaron a la vista ninguno de los restos de casas romanas que afloraron durante los trabajos. Una vez estudiados por los arqueólogos se taparon con el pavimento, aunque parecería lógico dejar alguno de ellos a la vista en un paseo peatonal.

El Adarve: Otra oportunidad...

Esta es otra oportunidad perdida para empezar a mejorar la joya de la corona. Lugo, que quiere vivir del turismo porque es su mejor recurso para las próximas décadas, sigue año tras año, y gobierno tras gobierno, haciendo dejación de funciones. Dejando en manos de los técnicos y funcionarios de toda la vida el desarrollo de la ciudad. Sin embargo, los ciudadanos votan a alcaldes y concejales para que ellos decidan el modelo de ciudad, y manden a los funcionarios cambiar aquello que siempre se hizo así en Vetusta.