Las personas que se acerquen hasta el museo santiagués podrán ver la pasión que el arquitecto lucense siente por la ciudad: «Es un lugar de misterio, donde han concurrido tantas culturas, estilos artísticos, donde las civilizaciones se han solapado perfectamente a lo largo de la historia», relata Catalán.
La exposición se abrió al público en noviembre pero los cierres perimetrales, la ausencia de peregrinos en año Xacobeo y las propias limitaciones por el covid no han permitido conocer a fondo la propuesta tan novedosa de Catalán, que ha sabido llegar al Santiago más oculto.