El hombre de 82 años acusado de ofrecerle dinero a cambio de sexo a una niña de 14 en Lugo niega los hechos

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

ALBERTO LÓPEZ

En el juicio, el octogenario explicó que «estaba jugando a las cartas con sus compañeros de residencia» en el momento de los hechos que se investigan, contradiciendo su primera declaración en el Juzgado de Instrucción

11 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

«Todo eso de lo que me acusan es mentira». Así se podría resumir el testimonio del hombre de 82 años que compareció este lunes en la Audiencia Provincial de Lugo. Está acusado de haberle ofrecido dinero a cambio de sexo a una niña de 14 años en junio del año 2019.

La fiscal, tanto en su escrito como en la vista del juicio, sostuvo que el acusado se dirigió a la niña y, al tiempo que la agarraba por la muñeca, le dijo que le daba «cincuenta euros» si se iba con él «a hacer el amor». Esta versión fue suscrita por la víctima, que hizo un relato detallado de toda la secuencia, y por su padre, el único testigo que intervino en el juicio. La víctima, según explicó, salía de una academia cuando el hombre la abordó de forma repentina. Dijo haberse quedado «en shock» durante unos instantes, y que fue la intervención de una mujer que pedía limosna en la calle hizo que pudiera liberar su mano de la del acusado.

El mismo, de 82 años, quiso cambiar de abogado, a lo que se opuso el tribunal pese a la insistencia del anciano, que quería recurrir a un letrado de A Coruña y renunciar al de oficio que se le había asignado, a pesar de que en ningún momento había solicitado la asignación de un letrado propio.

El procesado aseguró que ese día no estuvo en ese lugar, que se encontraba «jugando a las cartas» en la residencia de ancianos de San Roque, de Lugo. Esto significa que contradijo su primera declaración en el Juzgado de Instrucción, donde llegó a decir que «sí que le había dicho algo a la chica», pero «no sabía qué» exactamente. El anciano, con antecedentes por casos similares, se enfrenta a una pena de tres años y medio de prisión por inducción a la prostitución a una menor de edad y a una indemnización de 9.000 euros. La defensa pidió su libre absolución por la «falta de consecuencias graves» de la presunta agresión.