Consiguieron salvar el almacén de mercancías y la fábrica de pinturas
13 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.El origen del incendio del domingo en el polígono de O Ceao, el almacén y la tienda de Castro Parga, y su expansión hacia una nave de Recambios Frain, ha supuesto un duro golpe para ambas empresas, pero su capacidad se resistencia se pudo comprobar ayer ya que sus trabajadores (unos 20 en la empresa de pinturas y unos 70 en la de recambios) pudieron desarrollar parte de su trabajo ya que no se vieron afectadas las otras naves tienen ambas firmas en el polígono industrial.
Por una parte, en Recambios Frain, los operarios estuvieron empaquetando mercancías para proveer a sus clientes y a la vez moviendo material que no se vio afectado por el fuego a otras naves del grupo, como la que tienen en la propia Rúa dos Canteiros.
El dueño de Recambios Frain, Francisco Dorado, apuntó ayer que «el día siguiente es peor que el mismo del incendio». Este empresario señaló que «la noche ha sido larga y hemos dormido poco, sobre todo por la impotencia por ver que no se había solucionado el problema antes de arder tantas naves». Y es que Dorado se seguía quejando ayer de la gestión y los medios que se utilizaron para apagar el fuego.
«Hay que analizar lo que pasó»
El empresario, que considera que el incendio no fue intencionado si no producto de un cortocircuito, explicó ayer que «yo estuve desde el primer momento y veía que iba ardiendo y que no había medios para sofocarlo, no se podía hacer nada». Dorado apuntó que tras este incendio «tiene que haber un antes y un después, alguien tiene que analizar lo que ha pasado y por qué ha pasado y también por qué se tarda tanto solucionarlo».
Por su parte, en la empresa Castro Parga se pudo trabajar con cierta normalidad ya que la fábrica de pinturas no se vio afectada por el fuego. Los responsables de la firma agradecieron el apoyo de los clientes, de sus proveedores y de la competencia y confirmaron que la empresa no paraba de funcionar.
Tienda-almacén
En su caso, el incendio se llevó por delante la tienda-almacén que tenían para la venta de productos a profesionales del sector, pero no así el almacén que tienen para suministrar a otras tiendas de Lugo y del resto de Galicia ni a la fábrica.
Desde la dirección de la empresa apuntaron que se están organizando para pedir a sus proveedores nuevos productos que perdieron en el incendio. Ayer también fue día de evaluaciones técnicas sobre los daños estructurales de su nave afectada, que posiblemente tendrá que ser derribada, según los informes preliminares de los arquitectos. Hubo visitas de peritajes para analizar los daños, así como de la policía judicial para ver el origen y los motivos del incendio.
También la jornada de ayer sirvió para restablecer el suministro de energía, condición básica para que volviesen a funcionar las máquinas de la fábrica de pinturas.