El nuevo auditorio de Lugo, si es que lo es porque a este ritmo va a convertirse en fósil, ya tiene nombre, Fuxan os Ventos. A mí me hubiese gustado otro, por ejemplo Bal y Gay, uno de los musicólogos más internacionales que hemos tenido; pero no está mal la elección, aunque mejor que hubiese sido por consenso de los diferente grupos políticos del Ayuntamiento, pero ya sabemos cómo es esto. Dicen los mandatarios que la inauguración, sin prisas que tampoco hay que apurarse, servirá para hacer un homenaje al grupo musical que cumple cincuenta años.
Es de suponer que en esa actuación participarán todos los componentes, de antaño y de ahora, que lo conformaron. Pero va a ser que no, porque algunos de los que fueron sus fundadores, como Mini o Mero, no participarán en el acto. Alguien que no deberá faltar en esa inauguración será Xesús Mato, a quien llamo cariñosamente reverendo, lo que le hace mucha gracia, y al que encontré no ha mucho cuando iba a comprar unos pantalones. Pero hombre, le espeté, compra unos vaqueros, deja esos pantalones de tergal de raya fina. A lo que me respondió, con su sorna, «eu xa son un cura vello».
Bromas aparte, si se llega a celebrar alguna vez dicho acto inaugural, bueno sería que los organizadores tuvieran en cuenta la entrega de este cura a la música de Galicia y, en especial, a la recuperación de la tradición musical galaica. Xesús Mato se lo merece.