La Banda Municipal de Lugo: un concierto en casi cuatro años

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Uno de los últimos conciertos de la Banda Municipal de Lugo en el templete de la Praza Maior
Uno de los últimos conciertos de la Banda Municipal de Lugo en el templete de la Praza Maior ALBERTO LÓPEZ

Los populares dicen que la formación vive su momento más crítico en 150 años, y Cultura defiende que desde la llegada del BNG le dieron prioridad

09 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Corría el año 1876 cuando el Ayuntamiento de Lugo confió al músico y compositor Xoán Montes la formación de una banda municipal que pusiese fondo sonoro a la ciudad. El autor de la melodía de Negra sombra se puso manos a la obra y convirtió la Banda de Música de Lugo, impulsada siete años atrás por un patronato privado, en la municipal. El pirata, de Bellini, fue la primera sinfonía que interpretaron. Hoy, 145 años y un par de amagos de disolución después, la formación se mantiene con vida, aunque de aquella manera. El PP, sin ir más lejos, considera que vive su «momento máis crítico», y el área de Cultura defiende que desde que llegaron al gobierno le han dado «máxima prioridade».

El caso es que desde que en noviembre del 2016 Rosendo Ivorra, que la dirigió durante más de dos décadas, colgó la batuta, la Banda Municipal ha sido como un muerto en vida cuyo bagaje en los últimos cuatro años ha sido un concierto, el del San Froilán del 2019, que en su momento también trajo cola por la contratación del director invitado. Más allá de esa actuación, en todo este tiempo no ha dado más que algunos conciertos didácticos (los del 2020 se vieron truncados por la pandemia) alguna ruada a cargo de la Escuela, y algún evento puntual.

Muchos aún recuerdan la Semana Santa del 2018, cuando a falta de director, tuvo que ser el anterior jefe de protocolo del Concello -policía local, para más señas- el que le diera el arranque en la procesión del Domingo de Pascua. Los músicos había advertido que si nadie les daba la señal, no tocarían, por lo que acabó siendo José Manuel Santiso, curtido en mil batallas, el que hizo los honores.

Pero la falta de director no es la única carencia de la banda lucense. Del cerca de medio centenar de integrantes que llegó a tener, ahora solo quedan 18 músicos. «A situación desta banda é caótica», subrayó la concejala popular Beatriz Vázquez, que acusa a los gobiernos socialistas de iniciar el desmantelamiento de la formación, y al BNG, ahora a los mandos, de liquidarla.

Una acusación de la que reniega la responsable del área de Cultura, Maite Ferreiro, insistiendo en que «desde a nosa chegada ao goberno municipal demos máxima prioridade á recuperación da Escola e da Banda Municipal de Música e á cobertura da praza de dirección de ambas», y puso como ejemplo el concierto que la formación dio en el San Froilán del 2019.

La selección del nuevo director

En verano del 2018 el Concello de Lugo inició el proceso para cubrir la vacante de director de la banda, pero no salió adelante. En el 2020, y tras cierto retraso por el estado de alarma, el gobierno actual inició de nuevo el proceso. Nueve meses después, el hay dos candidatos pendientes de un último examen que se celebrará en fechas muy próximas, según el Concello.

Para los populares, «o procedemento semella estar enquistado dende hai catro anos», denuncia la popular Beatriz Vázquez, a lo que Cultura replica que finalizará «máis pronto que tarde».

Amagos de disolución

Los problemas que atraviesa la Banda Municipal de Lugo, y que se prolongan cuatro años, son un capítulo más en la larga historia de la formación, que llegó a vivir hasta tres amagos de disolución. Fue con el cambio de siglo, en el 1900, cuando la Banda Municipal vivió su primera amenaza. Estuvo cerca de un año parada, hasta que Ricardo Dorado se hizo cargo. El tiempo transcurrió, y en 1936, con el estallido de la Guerra Civil, la formación vivió un nuevo paréntesis. Su director, Manuel Sariñena, era encarcelado, y hasta su regreso, tres años más tarde, la formación no daría un solo concierto.

El penúltimo parón de la banda lucense llegó en 1963. El Concello, que la sostenía económicamente, no quería seguir derivando dinero hacia la música, así que cortó por lo sano y decidió disolverla. La respuesta de los vecinos no se hizo esperar y la presión popular logró que la formación se recuperase.

Durante las seis últimas décadas, la banda lucense vivió sin mayores sobresaltos, más allá de algún parón sin director. Pero esa calma, al menos de puertas para fuera, estalló por los aires hace cuatro años cuando Ivorra se jubiló. La tardanza en cubrir el puesto desató entre los músicos rencillas que desembocaron incluso en el empujón que acabó en los juzgados. Los nombramientos provisionales no cuajaron y los procesos que se abrieron para cubrir la plaza no han dado sus frutos. Y han pasado cuatro años.

El PP pregunta por el expediente al músico condenado por el empujón, que a su vez dirige la escuela que se instalará en Baamonde

El Partido Popular de Lugo, tras conocer la condena por agresión de un músico de la banda a una compañera durante un ensayo, ha pedido al gobierno local que aclare «se se vai activar o expediente disciplinario ao traballador que foi xulgado». La concejala Beatriz Vázquez preguntará en comisión «en que punto está este proceso administrativo que quedou paralizado á espera da sentenza» y pide al BNG, que ostenta el área de Cultura, que «non free este expediente xa que hai que dar unha solución ao futuro da banda e non dilatar máis a súa agonía».

Por su parte, la titular de Cultura replicó a Vázquez «se ven viable que o concello emende unha sentencia xudicial que forma parte dun proceso que aínda non está pechado».

Se da la circunstancia de que el músico, condenado a pagar 360 euros a su compañera por un delito de lesiones leves, dirige las escuelas de la agrupación musical Músico Crisanto, un colectivo que en los últimos días saltó a la palestra al trascender que utilizará para su escuela de música las instalaciones del colegio de Baamonde, que el Concello de Begonte, con su alcalde del José Ulla (PP) al frente, quiere cerrar en contra de la voluntad de los padres y los vecinos.