«El caballo de monte no supone un coste añadido para el ganadero»

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Fernández-Trocóniz destaca la importancia de haber conservado el caballo de raza gallega
Fernández-Trocóniz destaca la importancia de haber conservado el caballo de raza gallega Óscar Cela

Patricia Fernández-Trocóniz, profesora de Veterinaria, destaca la conservación de la raza equina gallega

28 feb 2021 . Actualizado a las 21:31 h.

Una tesis que relaciona una facultad de Veterinaria con una de Filología, estando además cada una en universidades distintas, no resulta frecuente. Patricia Fernández-Trocóniz, profesora del Departamento de Anatomía, Produción Animal e Ciencias Clínicas Veterinarias de la facultad de Lugo ciudad (USC), admite que el mundo filológico le queda algo lejos; pero ha sido codirectora de una tesis titulada «O léxico da hipoloxía no galego oral», y agrega que la dimensión simbólica del caballo en la sociedad tradicional gallega se percibe claramente. En Galicia, además, hay una asociación (Puraga) centrada en la conservación del caballo gallego.

—Galicia conserva una raza propia de caballos. ¿Cree que la sociedad ve eso como una riqueza?

—En una sociedad utilitarista, probablemente se da más valor al ganado que proporciona un rendimiento económico claro que al que tiene un valor vinculado con trabajos hoy desaparecidos. No sé hasta qué punto se valora esa riqueza; para mí, desde luego, es algo importante.

—¿Aunque se haya logrado la conservación, puede considerarse que tiene riesgo de desaparición?

—No me da esa sensación. Probablemente estuvo en riesgo de desaparición mucho más que ahora. Desde que se ha potenciado su recuperación, como la de otras razas, ha habido interés en muchos sectores por este asunto, bien por razones económicas, bien por razones sociales.

—Es fácil imaginar que en Galicia seguirá habiendo vacas, ya que es una zona de producción de carne y de leche. ¿Puede suponerse que pasará lo mismo con el caballo?

—Cualquier opción de una producción sostenible puede ser interesante, y más después de lo que estamos viendo desde hace un año. La potencialidad de la carne de caballo es muy importante; la limpieza de monte que hace el caballo, también. Se puede llegar a una doble vertiente de aprovechamiento: hace un gran trabajo, y además se reproduce y aumenta el número de ejemplares de la especie; así no hay que invertir en otros detalles. A una vaca, sea de leche o de carne, hay que darle de comer, y el pasto hay que cuidarlo y volver a sembrarlo; el caballo come maleza: cuida el monte y ahorra costes de cría. De hecho, los caballos que hay en sierras de Lugo andan todo el año por el monte y no suponen un coste añadido para el ganadero que es dueño de esos animales. El caballo gallego también podría ser usado para ocio, pero para eso debería ser dominado desde pequeño. De todos modos, su función ha sido el trabajo.

—¿Puede llegar a pensarse que al caballo gallego se le encuentren otros usos, distintos de los tradicionales?

—Si una persona quiere practicar salto de altura o de pértiga, conviene que tenga las piernas largas. No creo que el caballo gallego sirva mucho, por ejemplo, para saltos, aunque eso también depende del grado de obediencia que tenga. Influye el fin que el dueño quiera darle.

—En Galicia se come menos carne de caballo que en otras comunidades autónomas. ¿Puede ser la gastronomía una salida?

—Si se hace una buena campaña de difusión que explique su valor, sí. También puede que algunos sectores se desmarquen por las connotaciones que tiene el animal. Hablo desde una perspectiva personal: reconozco que no sería capaz de comer carne de caballo. Pero hablando en términos generales, las posibilidades gastronómicas pueden ser un punto a favor del caballo: la carne tiene un cierto regusto dulce, es tierna...

La coexistencia con el lobo, difícil pero conveniente

«Entiendo las reclamaciones y las reivindicaciones de los ganaderos que se ven afectados por ataques de lobos o de perros asilvestrados, que de todo hay. Es un problema económico cierto», admite la profesora. De todos modos, dice que la conservación del lobo es una cuestión necesaria porque «está en juego la sostenibilidad». El problema de los ataques, en su opinión, se ha agravado por la prohibición de dejar en el monte animales muertos, que antes comían los lobos.