Lugo tiene censados cerca de 250 vendedores en sus tres mercados

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

El mercado de Frigsa se celebra los viernes
El mercado de Frigsa se celebra los viernes Óscar Cela

El tradicional, el de Frigsa y el de antigüedades funcionan en la ciudad como polo de atracción social y económica y el Concello quiere impulsarlos

07 feb 2021 . Actualizado a las 19:35 h.

En la ciudad de Lugo se celebran semanalmente tres mercados. El tradicional, que tiene lugar los martes y viernes en la Praza y en el Mercado de Quiroga Ballesteros, el de los viernes en Frigsa y el de los domingos, en el que las antigüedades son las protagonistas. Para llevar un control sobre estos, el Concello redacta anualmente un censo con los vendedores que se inscriben y pueden participar, y este año serán cerca de 250 los autorizados a despachar sus productos.

El mercado tradicional, donde estos día se vende grelos, cacheiras y chorizos a mansalva, es el más numeroso y el menos profesional, ya que básicamente lo que se comercializa en él son productos de excedente que proceden del campo. Hace unos días que se cerró su censo y son 130 las personas autorizadas a vender en él semanalmente. A la hora de organizarles en las instalaciones, los vendedores suelen situarse por zonas según el género que ofrecen y normalmente intentan ocupar siempre la misma mesa para fidelizar a la clientela y que los localicen con facilidad.

Para poder vender en el mercado tradicional el área de Participación, que dirige Cristina López, solo demanda los datos personales y una relación de los productos que despachan. Se trata de un modelo de mercado que permite a los productores sacar unos euros y, a mayores, socializar con sus compañeros y clientes.

Frigsa, más profesional

Cada viernes, puntualmente, se celebra el mercado de Frigsa, que, al contrario que el tradicional, sí tiene un cariz profesional y por lo tanto todos los vendedores deben estar dados de alta en autónomos y disponer, si es pertinente, del carné de manipulador de alimentos.

Este año son 104 los puestos censados, una cifra que no dista de la de años anteriores, a pesar de que la pandemia del coronavirus lo sobrevuela todo. En este caso, todos los vendedores tienen asignado un espacio y se respetan a rajatabla. A causa de las últimas restricciones, el Concello decidió permitir solo la instalación de 52 cada viernes y para evitar interrupciones todos los comercios deben estar montados antes de las 10 de la mañana.

El tercer mercado lucense es el de antigüedades, que se ubica los domingos en las inmediaciones de la Praza Maior. Hasta ahora venían siendo doce los anticuarios censados, pero este año son 8 los que se han inscrito. El Concello ya se ha puesto en marcha para intentar revitalizarlo y favorecer que participen nuevos vendedores.

El pan de Anxo, de Ousá, es muy demandado
El pan de Anxo, de Ousá, es muy demandado Óscar Cela

Anxo López: «Aquí fas clientela fixa»

Anxo López y su familia tienen una panadería en Ousá, Friol, pero puntualmente todas las semanas acude a la plaza lucense para despachar su producto. «Levaremos uns 25 anos. Nós faciamos feiras e na casa, e animámonos a vir aquí tamén. Realmente sacas moi pouca marxe, pero a clientela que tes é basicamente fixa», explica el panadero, ante cuyo puesto resulta habitual ver colas de compradores. Para Anxo es importante mantener el contacto con los clientes y a lo largo de los años ha ido fidelizando a los compradores. Tal es así, que es habitual que los días de mercado entre las siete y las ocho de la mañana su teléfono suene repetidamente con lucenses que quieren reservar su pan de calidad. A medida que avanza la mañana, las cestas se vacían. Para él mantener el contacto con los compradores, socializar e intercambiar un par de bromas es fundamental y un aliciente para su trabajo. Más en un momento como el actual.

  

Manuel y su mujer acuden todos los viernes al Mercado de Quiroga Balleteros
Manuel y su mujer acuden todos los viernes al Mercado de Quiroga Balleteros Óscar Cela

Manuel Iglesias: «A primeira vez que veu, a miña muller traía un cesto de ovos e volveu para a casa sen nigún»

Manuel Iglesias y su mujer, Alicia, comenzaron a vender en el mercado allá por el 2013. En su casa de Sarria producían patatas, grelos, huevos y demás por encima de lo que consumían, así que una amiga de la familia les animó a que acudiesen a la plaza de abastos a vender el excedente. «Nós non o tiñamos nada claro, pero probamos un día. A primeira vez a miña muller trouxo unha cesta de ovos e pensou que non os ía vender, pero volveu para a casa sen ningún», apunta. Para Manuel y Alicia todo son ventajas. Por un lado dan salida al producto que les sobra (ahora por ejemplo no se limitan a la hora de echar patatas), por otro sacan unos euros extra que nunca vienen mal, y además se divierten. «Para nós é un xeito de pasar o tempo. Todo o mundo quere que o atenda a miña muller, que coñece a cliente,. E bo que da praza é que chegas ás nove sen un peso e á media hora xa fixeches uns cartos».

El mercado tradicional se celebra los martes y viernes
El mercado tradicional se celebra los martes y viernes Óscar Cela

Cristina López: «Queremos potencialos porque mobilizan moita xente e xeran riqueza»

Aunque la pandemia ha obligado a ralentizar ciertos planes, la intención de Cristina López, al frente del área de Participación Cidadá, es impulsar los tres mercados que se celebran en la ciudad. «Queremos potencialos porque mobilizan moita xente de Lugo e do entorno e porque xeran riqueza. Ademais, non debemos esquecer que por exemplo o merecado tradicional é un xeito de socialización para moitas mulleres do rural», señala la concejala.

El mercado tradicional lleva tiempo y tiempo celebrándose en Lugo y funcionando como polo de atracción. «Só hai que ver canta vida xeran arredor da Praza e o Mercado os días que se celebra. Para nós é importante que eses vendedores continúen porque fai que estean en activo e con ilusión».

Para el de Frigsa, más tradicional, tiene planes. «A idea é potencialo e igual poñer en marcha actividades complementarias que sirvan para seguir atraendo xente. O que pasa é que hai que agardar a que se calme a situación sanitaria, que tamén lle está afectando», abunda la edila.

En cuanto al mercado de antigüedades, esta semana el Concello se reunió con su presidente para buscar fórmulas que ayuden a revitalizarlo. La intención es atraer a nuevos anticuarios y dar un empujón a la cita dominical, que se ha visto muy mermada a causa del coronavirus. La pandemia ha afectado a los tres mercados.