El dueño de Telecopy: «Desde que abrí mi negocio, no he tenido el apoyo de la policía»

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Manuel Alonso, dueño del locutorio y empeños Telecopy
Manuel Alonso, dueño del locutorio y empeños Telecopy OSCAR CELA

El afectado ya denunció a varios agentes de Lugo en el pasado por sus acciones

28 nov 2020 . Actualizado a las 22:41 h.

Tras ser víctima del robo de un coche hace unos días, el dueño de una casa de empeños del centro de Lugo decidió presentar una denuncia en el juzgado contra la Policía Nacional, al considerar que no estaban realizando bien su trabajo por motivos personales contra él. En el fondo, el robo del vehículo ha sido el último episodio de una historia que ha tenido enfrentados a la policía y a este ciudadano incluso, en los juzgados.

Manuel Alonso Torreira es dueño de un negocio de compra y venta de artículos en Lugo desde el año 2011. Desde, aproximadamente, el año siguiente, explica que él y otras personas relacionadas con su negocio han sido víctimas de todo tipo de «presiones» por parte de la Policía Nacional de Lugo, a pesar de que «no consta, hasta el momento, ningún tipo de reclamación por parte de ningún cliente», dice.

La denuncia presentada el pasado día 19 de noviembre no hizo más que certificar que el vínculo que ha atado a Manuel Alonso con la Policía Nacional de Lugo durante los últimos años ha sido un constante tira y afloja. Acusaciones cruzadas, fuerte presencia policial en su comercio por «asuntos menores», según él, e incluso grabaciones de conversaciones de agentes utilizadas como defensa son el resumen de una relación de, prácticamente, dos rivales que conviven en la misma ciudad.

-¿Por qué decidió denunciar a la Policía ante el juzgado tras el caso del robo de su vehículo?

-Porque quiero denunciar el desamparo en el que me encuentro. Y quiero hacer pública mi experiencia y mi último caso, para llamar la atención de la ciudadanía de Lugo sobre la realidad de la forma de actuar de las fuerzas del orden público en esta ciudad.

-¿Cree que la policía tiene algo personal contra usted?

-Creo que el caso del robo del coche, en donde no hicieron nada por investigar un delito cometido en la ciudad de Lugo, que es su deber, demuestra que algunas de las decisiones que han tomado han sido elegidas con el objetivo de perjudicarme. Por ejemplo, dijeron que se habían puesto a buscar el coche nada más saber los hechos, y realmente le recomendaron al taller que no presentase denuncia y que dejase correr el tiempo mientras mi coche circula sin ITV ni seguro por las calles de Lugo. Desconozco el motivo, pero la policía ha tenido algo contra mi actividad empresarial desde el año posterior a la apertura de mi negocio. Y no solo me han sometido a presiones a mí, sino también a gente de mi entorno. Muchos conocidos me han contado testimonios de la Policía en los que se me acusa de cosas por las que no he sido condenado. Por ejemplo, una persona con la que tuve una transacción en el pasado, me comentó que algún policía iba diciendo que yo era un ladrón, que compraba mercancía robada, y que iban a venir a por mí. Me han contado también que alertaban a la gente de que yo era un delincuente, y que tuvieran cuidado conmigo. Por supuesto, todo esto son falsedades, y quedaron debidamente denunciadas ante los juzgados de Lugo en su momento.

-¿Qué actitudes le reprocha a los agentes?

-Todo empezó en enero del 2012, cuando dos agentes entraron en mi local para, supuestamente, realizar unas diligencias de una investigación. En ningún momento se me mostró el acta de esta investigación, o un atestado. Entonces, los agentes hicieron comentarios como ‘en negocios como este, cuando entra un Rolex, no lo registra nadie', o ‘ándate con cuidado, que ya estás imputado y sabemos que compras material robado'. Salí absuelto de esa imputación de la que hablaba, y el caso, archivado. También, como decía, personas de mi entorno recibieron comentarios de los agentes en los que me acusaban de ladrón, y decían que me iban a embargar todo. Considero que todos estos comportamientos fueron inaceptables, así que los denuncié ante el juzgado.

-¿Por qué dice sentirse «desamparado» por la policía?

-El caso del coche es evidente. Ralentizan todos los procesos que denuncio o que me puedan beneficiar, y perjudican mi actividad empresarial con sus presiones. Varias veces, se han presentado en mi local sin previo aviso un gran número de agentes, haciendo mucho ruido para llamar la atención de todo el que pasase por allí. Y lo hacían para cosas tan nimias como exigir la entrega de un documento. Se han dedicado a entorpecer mi actividad, aprovechando que, debido a la naturaleza de mi negocio, estoy obligado a colaborar con las autoridades siempre que me lo exijan.

-¿Se ha sentido perjudicado en algún momento por los agentes?

-Sí. Por ejemplo, cuando acudían a mi negocio con uno de los denunciantes. Así, cuando localizaban algún objeto robado que había sido vendido en mi local, se lo entregaban a pesar de existir un contrato que me acreditaba como el comprador legal. Esto lo hacían, en ocasiones, sin la debida diligencia de intervención. Esto me impedía ejercer mis derechos como perjudicado a la hora de exigir una compensación, ya que yo me quedaba sin el objeto por el que había pagado sin saber que era robado. He tenido que denunciar en varias ocasiones una compensación tras situaciones como estas porque, si no lo hago, los vendedores pueden aprovecharse y darme objetos robados que después me serán requisados sin poder exigir una compensación económica.

-¿Tuvo que recurrir a los juzgados para defenderse de la policía en el pasado?

-En varias ocasiones he tenido que denunciar a los agentes. Por ejemplo, por falsedad documental, pero nunca han llegado a nada. Ni siquiera se han admitido a trámite a pesar de tener grabaciones en mi poder que lo demostraban. A mí me han denunciado tres veces y las han admitido todas aunque, claro, siempre he salido absuelto.

-¿Qué fue el «Caso Telecopy»?

-Una instrucción con la que la policía relacionaba uno de mis negocios, Telecopy, con actividades ilegales. Nunca llegó a existir realmente. Usaban un expediente con ese nombre en la portada para exhibirlo en su comisaría y que la gente lo viese.