A los 43, estudia para ser camionera: «Soy la única de la clase; no hay más mujeres por miedo al 'qué dirán'»

María Guntín
María Guntín LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Óscar Cela

Susana Varela explica que con su nuevo carné se sacará una espina clavada hace años

25 nov 2020 . Actualizado a las 23:21 h.

Susana Varela es de Lugo y siempre fue muy «echada para delante». Desde pequeña, su sueño era ser camionera, como su padre. Ahora, a sus 43 años, se ha percatado de que es el momento de dar rienda a sus ilusiones. Por eso se está sacando el carné C+E y el CAP. Es la única mujer de la clase, algo que no es nuevo para ella y, explica, el «qué dirán» no le ha impedido perseguir sus metas.

—¿Por qué el carné de camión?

—Pues yo ya tenía desde hace algunos años el C y el C1, con los que puedo conducir camiones rígidos. Ahora, estoy con el CAP y el C+E porque vi la oportunidad a través de Cogami y sé que estos me abrirán más salidas laborales a nivel nacional. A mí siempre me gustaron más los tráiler.

—¿Entonces ya trabaja como camionera?

—Pues no, tengo un empleo que nada tiene que ver con esto ahora mismo. Pero mi ilusión siempre fue ser camionera como mi padre y nunca pude por diversas circunstancias de la vida. Ahora, si te soy sincera, me arrepiento de no haberlo hecho antes. Pero hay que tener en cuenta que es un carné caro y que antes mis niñas eran pequeñas, por lo que no podía conciliar. No era viable estar una semana fuera de casa y querer disfrutar de mis hijas.

—¿Buscará trabajo cuando apruebe?

—Voy a hacer todo lo posible para poder dedicarme a esto profesionalmente. Es algo muy sacrificado, muchas noches sin dormir en casa, muchas horas y mucha soledad, pero tengo claro que es vocacional y que además, sé que me encanta.

—Salarialmente le compensa este cambio?

—Tengo claro que para cambiar, a mí me tienen que ofrecer algo mejor de lo que ya tengo, yo por el mismo sueldo que cobro ahora no me voy. A veces hay buenos salarios en el mundo de los camiones, un aspecto que se complica en empresas pequeñas. Por poner un ejemplo, yo no me iría a una ruta nacional por 1.500 euros ni con unas condiciones precarias. En horario voy a perder, así que por lo menos, espero poder ganar en sueldo.

—En tiempos de covid-19, la vida en carretera es más complicada para los camioneros

—Sí, y esto es algo que me parece ilógico y que no entiendo. Al propietario de un bar le dejan tener abierto para que el de la oficina vaya a buscar el café y al camionero no le dejan acceder a algunas áreas de servicio. Esto complica mucho el día a día y el trabajo diario de muchas personas que también trabajan en un servicio básico.

«No hay más mujeres en esto por miedo al ‘qué dirán' los demás»

—Es la única mujer en un mundo de hombres.

—Yo nunca tuve problemas con los compañeros, aunque siempre hay el típico gracioso que se pregunta qué estoy haciendo aquí. Yo soy la única de la clase, y lo mismo me pasó cuando me saqué el C1 e incluso en el carné de carretilla elevadora.

—¿Por qué no hay más mujeres camioneras?

—En el fondo, yo creo que es por miedo a lo que diga la gente. Hoy en día el hombre puede ser dependiente de una tienda y la mujer, camionera. Pero los prejuicios están ahí y al final, la presión puede con los sueños de mucha gente.