La Palloza renunció a su gestión y el local se encuentra disponible para alquilar
04 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El 13 de marzo, con el país preparándose para el confinamiento, el restaurante de la estación de autobuses de Lugo, Mencía, bajó la persiana. A priori se creyó que el negocio, en manos del grupo La Palloza, propiedad de Ramiro López, reabriría una vez se estabilizase la crisis sanitaria y la hostelería tuviese más manga ancha, pero la decisión del empresario de cerrar el local es firme. «Pechámolo definitivamente. Neste momento toca decrecer, e en vez de pagar rendas, pagar hipotecas», razona el hostelero, que tiene también otros negocios, como el restaurante La Palloza, el Val dos Soños y A Fervenza.
El covid dio el último empujón a López para adoptar la decisión de cerrar el Mencía. «Se ao 100 % custaba sobrevivir, ao 50 % é imposible», argumenta. Fue en el año 2004 cuando el hostelero asumió la gestión de la cafetería-restaurante de la estación, y el camino no fue de rosas. El abandono del edificio, el progresivo cierre de otros negocios y la merma en el número de usuarios jugaron en contra. A pesar de todo, antes de cerrar era habitual ver un buen aforo en el establecimiento.
El restaurante de la estación es una concesión de Colutravi, la Cooperativa Lucense de Transporte de Viajeros, que tiene desde el 1974 la concesión para explotar la estación. Hoy, en las ventanas de la cafetería se pueden ver los carteles de se alquila y ahora toca esperar para ver si algún hostelero se anima a reabrir sus puertas. «Nós aínda temos alí material por se alguén quere collelo», explica Ramiro. Ellos dan por finalizada su historia de 16 años con el Mesón Mencía y apuestan por replegar velas en sus otros negocios.
Alquiler con fecha de caducidad
Encontrar a alguien que decida asumir el reto de reabrir la cafetería-restaurante de la estación no parece sencillo. El coronavirus está haciendo especial daño en el sector de la hostelería, con numerosas restricciones, lo que hace poco apetecible adentrarse en el sector.
A mayores, hay otro elemento que juega en contra. La Xunta, el Concello de Lugo y Adif llevan tiempo proyectando la intermodal en la actual estación de tren. Cuando esta esté lista, la intención del gobierno autonómico es derribar la estación de autobuses y crear allí una gran plaza pública con un apeadero, por lo que la actual cafetería tiene fecha de caducidad, aunque está por ver si en el proyecto se incluyen espacios para hostelería u otros establecimientos.
Apenas quedan negocios
Un paseo por la estación de autobuses de Lugo basta para ver cómo apenas quedan negocios en funcionamiento en sus instalaciones. Además de la cafetería, ha cerrado la librería y apenas hay tiendas abiertas. Sobreviven una de loterías, una de apuesta, una agencia especializada en viajes a Rumanía, una peluquería, una agencia de eventos y una formación que imparte clases de percusión.
