María José de la Puente: «Vendo muchas semillas de grelos en Juan Flórez»

Por Pablo Portabales

A CORUÑA

CESAR QUIAN

Ponferradina y perita agrícola, dirige desde hace un cuarto de siglo la tienda de huerta y jardín Rincón Verde detrás del Palacio de Justicia

21 sep 2020 . Actualizado a las 18:40 h.

Hay un Rincón verde en el centro de la ciudad. «Aunque a mucha gente le sorprende, vendo muchas plantas de pimientos de Padrón y semillas de grelos en Juan Flórez», comenta María José de la Puente González. Hace 23 años abrió en la calle Arzobispo Lago, detrás del Palacio de Justicia, una tienda donde vende de todo para la huerta y el jardín. «Creo que en semillas tenemos la oferta más grande. Cuando inauguré, hacía poco que había cerrado en Linares Rivas el establecimiento de Isidoro Mira. Ya sé que no es normal un negocio de este tipo en el centro, pero quedaba este local, que es de la familia de mi marido, y me lo alquilaron. Es una manera de acercar el campo a la ciudad», reflexiona. Hoy es el último domingo del verano. «En julio y agosto les vendemos muchas semillas de grelos a los turistas. Ahora, en otoño, es el momento del repollo, la coliflor, el brécol, los árboles frutales, los rosales y todo lo que sea de hoja caduca. Aunque no hay modas, sí es cierto que se vende mucho bimi y kale, que tiene muchas propiedades, pero como la berza gallega de toda la vida. Y sí que es cierto que hay una tendencia acusada hacia los vegetales autóctonos. Incluso viene gente que trae una manzana de la aldea y quiere que le busquemos esa especie en concreto», analiza. 

Asuntos de familia

Tiene 54 años y es natural de Ponferrada. Sus padres regentaban una droguería y su abuela ya vendía plantas de pimientos del Bierzo. Lo lleva en los genes. Su primer contacto con Galicia fue en Lugo, donde estudió Ingeniería Técnica Agrícola. Comparte estudios con su marido y su primer trabajo fue con él. Vivió en Corcubión hasta instalarse en A Coruña. Tiene una hija de 22 años, Sara, que se forma en el prestigioso Basque Culinary Center. Parece que la siguiente generación utilizará las plantas para cocinar. Se le ensombrece el rostro cuando recuerda a su sobrino Yago, cuyos restos mortales aparecieron hace poco cerca de lugar donde desapareció el verano pasado. «Trabajó varias temporadas en la tienda. Le gustaba estar con la gente y todos los clientes conservan un gran recuerdo de él. Siempre le gustó la naturaleza y obtuvo en Guísamo el título de jardinería», recuerda María José, que noto que quiere dejar de hablar del tema. 

La moda de los cactus

Todos los días, como una hormiguita, coloca en el exterior de la tienda los expositores y los vuelve a meter al acabar la jornada. «Hace tiempo que adoptamos el horario europeo. Abrimos a las 9.30 de la mañana y cerramos a las 18.30. A mediodía estamos abiertos, con lo que suelo comer mal. Es algo que tengo que mejorar», confiesa María José, que hace años descubrió que es intolerante a la fructosa. «Vendo frutales y hortalizas y tengo esta intolerancia. Menos mal que no soy alérgica. Algo de verdura y fruta como, pero lo regulo bastante», asegura. Lo de en casa del herrero cuchillo de palo no va con ella. «Tengo plantas en casa, pero no te podría decir una favorita. Me gustan menos las de flor, de hecho no trabajamos flor cortada en la tienda», destaca. Le pido recomendación para dar algo de alegría natural a un piso, ahora que empieza el otoño. «Depende del espacio y de la luz. Una kentia o una esterlicia, por ejemplo. Y están de moda los cactus y las suculentas, porque son plantas muy cómodas y precisan poco riego», recomienda la experta. Charlamos en la agradable jamonería vinoteca El Ensanche, de Rosalía de Castro. «Me gusta mucho mi trabajo», afirma convencida. Vive y trabaja en la zona centro. «Estoy a favor de la peatonalización, pero tengo la impresión de que se empieza la casa por el tejado», analiza. Confiesa que a veces tiene mal carácter y que a la gente le sorprende. Le pregunto por una virtud y no sabe cuál decir. Media hora después recibo un mensaje vía WhatsApp. «Una virtud pueden ser las ganas de transmitir lo que yo aprendí y lo que más me gusta sobre el campo, la naturaleza y el medio ambiente. Poner mi granito de arena para acercar y mostrar este mundo», considera esta mujer que vende semillas de grelos en Juan Flórez.