Mascarillas, distancia y pocas ganas de cole, así regresan a las aulas los niños de Lugo

Lorena García Calvo
Lorena García Calvo LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

La escuela arranca con los equipos docentes dando instrucciones a niños y padres

10 sep 2020 . Actualizado a las 14:51 h.

Falta un cuarto de hora para las nueve de la mañana y en la acera del campo de fútbol de Montirón, en la ciudad de Lugo, uno tras otro, como si fuese una fila de hormiguitas, van tomando su lugar padres y niños. Los alumnos del CEIP As Mercedes han sido convocados para las 8:50, ni un minuto antes ni un minuto después, y no todos. Los más pequeños acceden al colegio por la puerta principal, pero los demás citados han de hacerlo por el campo de fútbol anexo a la escuela.

Hay mil detalles que recuerdan que no es un regreso a las aulas normal, comenzando por la distancia que guardan papás y mamás (ni rastro de corrillos) y siguiendo por las mascarillas que lucen todos. Spiderman se lleva la palma. No hay abrazos en los reencuentros, ni chillidos. Tampoco risas ni los llantos de quienes preferían seguir en casa, que los hay. La sombra del coronavirus lo impregna todo.

A las 8:50 en punto se abre la verja del campo y padres y niños acceden. Siguiendo las indicaciones que el colegio les trasladó previamente, van formando filas por cursos aprovechando el ancho del terreno de juego. En ese sentido, son unos privilegiados, tiene espacio más que suficiente para guardar las distancias en el acceso al centro, aunque hay algún padre que recuerda que todo el protocolo (que hoy ha llevado su tiempo) a ver cómo sale cuando la lluvia azote. El centro confía en que a medida que pasen los días, la dinámica coja velocidad.

El el CEIP As Mercedes los niños accedieron al centro a través del campo de fútbol anexo
El el CEIP As Mercedes los niños accedieron al centro a través del campo de fútbol anexo L.G.C.

El director toma la palabra y comienza la explicación para padres y niños: les insiste en recolocar bien las filas, en que han de guardar la distancia, en que solo un padre puede llevar y recoger al pequeño, y que han de ser muy puntuales, ni antes ni después. Les explica el orden en que cada curso accederá al centro y les habla sobre la merienda. Está permitida pero, por favor, que sea rápida. Y es que ese será el momento más delicado, ya que irán sin mascarilla, así que mejor no prolongarlo.

Con las instrucciones para los recreos, el uso de las mascarillas y demás, avanza la explicación hasta que llega el momento de entrar al centro y retomar unas clases que dejaron atrás hace medio año. Quizás por el tiempo transcurrido o por la incertidumbre, pero los pequeños no parecen muy deseosos de volver al tajo. «Yo no quería volver, estoy aquí solo por el recreo», cuenta Laura con desparpajo. Y no era la única de esa opinión. 

Incertidumbre en los padres

El sentir común a pie de fila es de incertidumbre. «Son sentimientos encontrados, por un lado tienes miedo, como es normal, y por el otro estás deseando que empiecen, porque a ellos les hace falta y a nosotros también», cuenta una madre. «Yo creo que estoy más preocupada yo que ella», añade otra. Uno de los progenitores asume que ya tocaba regresar a las aulas, pero también entiende que están ante un «experimento» que espera que funcione. Por el bien de todos. Recuerda que los niños viven rodeados de mayores y abuelos, y esa es una preocupación añadida.

Regreso a las aulas en el colegio lucense San José
Regreso a las aulas en el colegio lucense San José ALBERTO LÓPEZ

Belén, otras de las madres, está expectante y solo pide «que esto dure», defiende que los pequeños necesitaban retomar la rutina y también los padres. «Yo también tengo ganas de poder dejar el teletrabajo y regresar a la oficina», concede. Pero asume que todo es incierto y complejo. «Imagínate, entre la entrada, las dos mascarillas, que se tienen que cambiar una antes de la última clase, pero si van a madrugadores ya tienen que hacerlo una hora antes... todo es complicado para los niños». El coronavirus no da tregua.

El regreso en los demás colegios

El primer día de escuela en el CEIP de As Mercedes refleja lo vivido en la mayor parte de los centros escolares de Lugo. En el Rosalía de Castro, por ejemplo, la mañana comenzó también sin complicaciones y con la Policía Local vigilante por si se creaba algún embotellamiento. Y similar escena se vivió en el colegio San José, donde nos pequeños entraron en fila, con geles y mascarillas como elementos invitados en este inicio de curso. También en el colegio Anexa la mañana arrancó con tranquilidad. Para evitar aglomeraciones habilitaron cinco entradas diferentes para los pequeños.