El cambio de los vidrios de las de Doutor Castro permite ver los mosaicos
29 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.La riqueza arqueológica de Lugo se ve en la superficie, pero también en el subsuelo. En las calles de la ciudad hay varios restos musealizados in situ bajo ventanas arqueológicas que permiten vislumbrar el pasado en su contexto, aunque a un par de ellas les vendría bien una pasada de limpiacristales, puesto que la suciedad resta brillo al tesoro que ocultan.
Esto sucede, concretamente, en las ubicadas en la Praza de Santa María, que permite ver una piscina del siglo IV a la perfección, y en la de la Praza de San Marcos, donde se conserva un tramo del acueducto romano fechado en el siglo I después de Cristo. El problema de ambas ventanas es que necesitan un repaso a fondo, ya que la suciedad ensombrece la riqueza que se conserva tras los vidrios.
En el caso del tramo del acueducto, el problema va más allá, puesto que la vegetación ha hecho acto de presencia y las hierbas afean los restos.
Los que se ven, tras mucho tiempo ocultos por un cristal que se volvió opaco con el paso del tiempo, son los mosaicos de las tres ventanas de la rúa Doutor Castro. El departamento de Arqueoloxía, dependiente de Urbanismo, sustituyó las tres ventanas, muy deterioradas, y ahora se pueden ver lo que encierran. El trabajo, valorado en unos 14.000 euros, consistió en sustituir el vidrio por otro de igual espesor y antideslizante y en cambiar los marcos de acero inoxidable. El resultado ya se ve en un paseo.