El efecto Instagram en la hostelería de Lugo, una cadena de fotos y likes

lucía rodríguez peña LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Los negocios ofrecen productos y espacios singulares para que los jóvenes se fotografíen allí, atraídos por su tirón en redes sociales

12 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El postureo es para los viejos; la marca digital es el futuro. Algunos jóvenes y negocios de hostelería impulsan en Lugo esa tendencia, que funciona como una cadena. Los primeros buscan locales en los que conseguir imágenes curiosas, las suben a Instagram, consiguen likes y se posicionan entre sus seguidores como referentes. Los negocios saben que si ofrecen productos o espacios singulares pueden atraer a esa clientela, que quiere potenciar su marca personal en redes sociales y que, en definitiva, va a llevarles a más gente hasta la puerta.

«Empezamos a notar el efecto Instagram en Navidad», señala P., la letra que identifica a un hombre con 36 años de experiencia detrás de la barra y con olfato para convertir el Alquimia, en Campo Castelo, en una coctelería que convence a los veteranos y deslumbra a los jóvenes. «Teño 3.000 seguidores e unha foto destas —con un cóctel multicolor en la mano, decorado con fruta seca y flores— podo alcanzar 300 likes», afirma uno de sus clientes, convencido de que cuantas más reacciones positivas sume, más atracción generará en torno a sus proyectos profesionales.

Detrás de esa estrategia por sumar likes, el porcentaje de postureo es mínimo y lo que emerge es una estrategia pensada para influir en el entorno. Este cliente, que ronda la veintena, sueña con levantar en un futuro su propio negocio de cocina. Considera que las imágenes que publica en Instagram con cócteles como el del Alquimia refuerzan su credibilidad y atraen hasta su cuenta personal a potenciales clientes el día de mañana. Los likes afianzan su marca personal en redes sociales, pero también la del pub al que etiqueta en sus fotos. Es una cadena.

«Hemos llegado a servir alguno que nos enseñan en una captura de pantalla»

«Nos han pedido cócteles porque los han visto en la mesa de al lado y hemos llegado a servir alguno que nos enseñan en una captura de pantalla», afirma P. mientras se provee en la barra de todo tipo de artilugios y esencias.

Manipula una pistola Flavour Blaster con la precisión de un mago. Deja caer sobre un cóctel una pompa de humo aromatizado. Las miradas de todo el local se giran a la espera de que estalle. «Es una cosa loca, un efecto loco de todo», ironiza antes de sumergir una luz led en un mojito. Con un gesto aparentemente trivial ha multiplicado su valor.

Locales diferentes

«Está de moda usar locales que sean bonitos y que tengan una decoración un poco diferente», explica Laura sobre los elementos que elige para sus fotografías en Instagram, donde acumula casi 5.000 seguidores.

«Hay que mostrar un poco de tu vida privada y, como gusta el cotilleo, enganchas un poco más a la gente, que te sigue para saber cuáles son los sitios de moda»

Utiliza su perfil en esta red social para promocionar su empresa y considera clave combinar imágenes de la vida privada y profesional para atraer a nuevos clientes. «Si solo publicas cosas de tu negocio, la gente se aburre, ve que solo quieres vender. Hay que mostrar un poco de tu vida privada y, como gusta el cotilleo, enganchas un poco más a la gente, que te sigue para saber cuáles son los sitios de moda», afirma desde la terraza del pub Ambigú, donde fotografía con su teléfono móvil el brindis junto a una amiga.

Promoción de la ciudad

Cree que los efectos de una imagen curiosa publicada en redes sociales van más allá de la influencia en su entorno y de la promoción para el negocio: «También fomentas el ocio de la ciudad donde vives y ayudas al comercio local», añade.

Dar a conocer los rincones singulares de Lugo es otro de los argumentos que defiende Andrea, una joven que aprovecha su paso por la terraza de La Misión para retratarse con una amiga sobre la plaza central de A Tinería. «En mis fotos etiqueto a los locales para que la gente sepa los sitios por donde me muevo y para que conozcan mejor Lugo, que tiene mucho que ofrecer, cultura y tapeo», apunta.

De esa promoción también se encarga un grupo de amigos que se reúne cada tarde en la terraza del hotel Méndez Núñez. «A la gente que viene de fuera la traemos aquí a tomar algo y les gusta mucho», dice uno de ellos con un colorido fondo de terrazas a sus espaldas. Cada uno de los likes que acumulen las fotografías captadas aquí y publicadas en Instagram irá más allá del postureo, reforzará sus marcas personales, las del hotel y las de la ciudad.