El Concello de Lugo adaptará la política fiscal a la nueva realidad social y económica

Las apenas dos horas de pleno municipal de Lugo celebrado este jueves sirvieron para constatar las diferencias de criterio entre los partidos del gobierno local (PSOE y BNG) y los de la oposición (PP, grupo mayoritario, y C’S). Donde estos dos partidos presentaba mociones con medidas, el gobierno les contestaba que la gran mayoría o ya se habían aplicado, o anunciado o se estaban preparado. Para el gobierno de Lara Méndez la estrategia ayer de la oposición, especialmente del PP, «é sumarse á foto cando os que estiveron a traballar fomos os do goberno».

Así, de todas las propuestas que se debatieron, solo se pudo llegar a dos conclusiones que modifiquen la vida de los lucenses. Por un lado la única moción aprobada por unanimidad, presentada por Ciudadanos, fue la que acordó que se elabore un plan fiscal acorde con las necesidades que ya está ocasionando la crisis sanitaria del coronavirus y las demandas sociales que van a llegar en el futuro.

La concejala de Economía, Paula Alvarellos, avanzó que en breve se reunirá una mesa negociadora para modificar las ordenanzas fiscales y adaptarlas tanto a la nueva realidad social y económica como a las cuentas municipales. Según el PP, estas tienen un superávit de 51 millones de euros, aunque la alcaldesa, Lara Méndez, indicó que son menos porque ya se están pagando facturas a proveedores por valor de 11 millones o se han ejecutado modificaciones del presupuesto para atender el Plan Reanima y otras contingencias sociales por valor de 6 millones. La propia alcaldesa apuntó que se van a producir más reajustes presupuestarios: «Asino modificacións a diario porque hai que reconstruír», indicó.

Y la segunda conclusión, aunque no se llegó a acuerdo ni se concretó, es que antes o después se van a tener que incrementar las partidas destinadas a servicios sociales, tanto para atender a las demandas de personas sin recursos como para la contratación de personal. La concejala Olga López detalló todas las actuaciones de los últimos dos meses y como se tuvieron que reforzar servicios.

El pago medio de facturas

El pleno, que por momentos entró en el terreno de las descalificaciones, comenzó con la aprobación del plan económico y financiero del Concello, al que se abstuvo la oposición. Alvarellos defendió que las cuentas municipales están saneadas y que se agilizaron los trámites para el pago de facturas a los proveedores. Por su parte, el edil del PP Antonio Ameijide calificó al gobierno de moroso por tener decenas de facturas sin pagar durante años y por incumplir la ley «ao pagar de media aos 192 días, o 81 % das facturas están fóra de prazo e teñen a case cinco mil autónomos aos que lles deben dez millóns de euros cando hai 51 millóns en contas bancarias».

En este baile de cifras, la alcaldesa acusó al concejal popular de engañar y mentir y dijo que el pago medio de las facturas era de 14 días, cuando el tope legal era de 30. Por su parte, Olga Louzao dijo que el informe económico del primer trimestre señalaba una morosidad de 104 días, con solo el 19 % de las facturas pagadas.

Comisiones

El otro debate en el que no hubo acuerdo fue la petición del PP de crear cinco mesas sectoriales en las que participen los grupos políticos y los sectores afectados por la crisis o la comisión que presentó C’S para proponer y acordar medidas para paliar la crisis. El grupo de gobierno rechazó ambas propuestas ya que considera que existen mecanismos dentro del Concello (juntas de portavoces, comisiones y pleno) para presentar las propuestas, y además indicaron que ya se tomaron medidas y se seguirán otras en el futuro tras consensuar y reunirse con los sectores afectados.

Acusaciones del PP al gobierno de «autobombo» y de este a los populares de crispar e insultar

La sesión plenaria tuvo momentos de tensión política y personal. Salvo las intervenciones moderadas de los dos concejales de Ciudadanos, ninguno de los ediles que intervinieron dejaron de utilizar la ironía o la descalificación para desprestigiar al rival. El momento más tenso se vivió cuando Ameijide acusó al gobierno local de estar más preocupado «por rivalizar polos titulares», apuntando que «os lucenses non viven dos posados da súa alcaldesa nunha varanda como se fose unha colexiala na primeira comuñón», en referencia a una imagen de Lara Méndez en una actuación de mejora en el Camiño Primitivo. La alcaldesa calificó estas palabras «de falta de respecto e maleducado, non se convirta na Cayetana da corporación».

Arroxo y el portavoz del PSOE, Álvaro Santos, echaron mano de ironía para criticar la postura que defendió el portavoz del PP, Ramón Carballo, al que acusaron de no haber presentado propuestas en las juntas de portavoces, «e agora queren saír na foto; é tempo de traballar moito e barullar pouco», le espetó Santos a Carballo, quien antes le había dicho a Arroxo «que o de pisar moqueta séntalle ben», en alusión a que en la oposición defendía unas cosas que ahora en el gobierno ya no aplica.

Al final, el edil del PP Manuel López calificó de autobombo la gestión del gobierno, y Olga López (PSOE) acusó al PP «de política de parasitos para beneficiarse do traballo dos demais».

«Non hai un só concello en España que vaia a pagar xa axudas directas como vai facer o de Lugo». Lara Méndez. Alcaldesa de Lugo (PSOE)

«Sorprende que o PP propoña mesas de debate cando ata agora só propuxo misas e charangas». Rubén Arroxo. Teniente de Alcalde (BNG)

«Os lucenses non viven dos posados da súa alcaldesa nunha ‘barandilla’ como se fose unha colexiala». Antonio Ameijide. Viceportavoz del PP

«Non é o momento de grandes obras nin titulares senón de medidas fiscais que axuden aos lucenses». Olga Louzao. Portavoz de Ciudadanos

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