Una lucense se inventa un secuestro en una trama con unos amigos para que su padre le ingrese 7.000 euros

Tania Taboada LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

ALBERTO LÓPEZ

El montaje, que ya sonaba a película desde el primer momento, fue destapado cuando la chica retiró dinero de un cajero

29 may 2020 . Actualizado a las 01:17 h.

Inventarse un secuestro para que su padre le ingresara 7.000 euros en su número de cuenta le saldrá caro a una conocida lucense y a sus amigos. La mujer, de 22 años, llamó el lunes por la noche a su padre comunicándole que la tenían secuestrada en Ponferrada y suplicándole que entregara el dinero que pedían los secuestradores porque, si no, le pegarían un tiro. Finalmente, la chica no estaba secuestrada: se encontraba en Lugo y en perfecto estado.

En las llamadas telefónicas se escucha a la joven llorando y a otra persona, que dice ser un caboverdiano. «Quedei cun tipo para entregarlle cartos nun portal e levoume o diñeiro. Despois montáronme nun coche, tapáronme os ollos e estou encerrada. ¡Papá, necesito o diñeiro, senón mátanme!», suplicaba ella a su padre, que también habló con uno de los supuestos secuestradores. Este le advertía que entregara el dinero todo junto y que no llamara a la policía, o le dispararía a su hija.

Tras la llamada, el padre, un hombre residente en un concello de A Ulloa, indicó que no tenía esa cantidad de dinero pero que la reuniría como hiciera falta para que liberaran a su hija. Y es que, en un principio, se creyó el montaje de su hija y los compinches. Después llamó a la Guardia Civil para alertar del supuesto secuestro e inmediatamente se inició una investigación que movilizó a las fuerzas del orden.

El martes, desde las 7.00 horas, su hija y los ficticios secuestradores empezaron a llamarlo pidiéndole el dinero. Además, enviaron una foto al móvil de su pareja, donde se veía a su hija sentada en una silla, amordazada y con las manos atadas. Una vez vista la imagen, que fue eliminada del WhatsApp inmediatamente para que no quedara archivada en el terminal, el padre le indicó que haría una transferencia de 200 euros porque todavía no había podido encontrarse con el amigo que le dejaría el dinero.

Finalmente, fue la propia joven supuestamente secuestrada la que retiró de una sucursal bancaria del barrio lucense de Fontiñas los 200 euros. Ahí se desmontó la película, de la que se sospechaba desde casi los inicios. Aún así, la mujer insistió en que fue secuestrada y que la liberaron en el polígono de O Ceao. 

La joven y uno de los falsos secuestradores, un marroquí de 24 años, están investigados por un delito de extorsión y otro de simulación de delito.