Hace 25 años, Lugo lloraba la muerte del querido piloto López Mella

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

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El motociclista, un ídolo en la ciudad, falleció en accidente de tráfico en Cuenca

12 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Si se formase un grupo con personas que pudiesen decir, como en la conocida canción de Bruce Springsteen, que nacieron para correr, Juan Manuel López Mella entraría por derecho propio. Su ilusión era correr sobre dos ruedas, y la ilusión se hizo realidad hasta que se truncó de manera dolorosa, con su muerte en un accidente de tráfico ocurrido en Cuenca hace ahora 25 años.

Para quien no conozca algunos detalles de la historia reciente de Lugo, puede sonar a fruto de la imaginación la celebración de carreras de motos por la Ronda; sin embargo, tuvieron lugar, con el nada despreciable detalle de que aún no se habían tirado las casas adosadas a la Muralla, y fueron uno de los alicientes del San Froilán en décadas pasadas. Fue tan cierto como que la ciudad vio crecer la trayectoria de un piloto que logró importantes éxitos deportivos y un notable triunfo social: Lugo sintió como propios los buenos resultados de López Mella y lloró su muerte con el dolor por la ausencia de alguien querido.

Conviene subrayar, por otro lado, que ese reconocimiento fue recíproco. Los aficionados llegaron a convertirse en patrocinadores -así ocurrió en 1993- ante la falta de otros apoyos, imprescindibles para moverse a un alto nivel en el mundo del motociclismo, y él reaccionó a esa ayuda colocando en su moto un mensaje de gratitud.

La trayectoria de López Mella, nacido en 1965, incluye éxitos desde sus años jóvenes. En 1985 fue subcampeón de España de 250 centímetros cúbicos en categoría júnior; en 1988 repitió puesto, pero ya en el Campeonato de España absoluto, y disputó algunas carreras del Mundial. Relevante fue también ese año, ya que corrió en algunas carreras del Campeonato Mundial de 500 centímetros cúbicos, cilindrada considerada reina en el campo del motociclismo; también participó en el campeonato europeo, en cuya clasificación general fue octavo.

1990 fue un año de éxitos, puesto que corrió en la categoría de superbikes y logró varios triunfos en el Campeonato de España, en el que acabó en quinto lugar. También participó en el Campeonato del Mundo, en el que consiguió puntuar en algunas pruebas. En 1991, dentro de esa categoría, fue campeón de España, un éxito que repetiría al año siguiente, en el que de nuevo compitió en el mundial de 500 centímetros cúbicos.

En 1995 se pasó al Trofeo Tunderbike, reservado a motos de hasta 600 centímetros cúbicos. El fin de semana anterior a su muerte, fue cuarto en una carrera en Jerez. Murió mientras viajaba a Cataluña para entrenarse en el circuito de Calafat.

Un parque infantil de tráfico de la ciudad lleva su nombre

El afecto de Lugo a López Mella no solo se mostró en la etapa de sus triunfos deportivos y en su multitudinario entierro. El Concello acordó, poco después del fallecimiento del piloto, que el parque infantil de tráfico llevase su nombre. La inauguración tuvo lugar el 26 de mayo de 1995, y las instalaciones, situadas en terreno de la antigua Frigsa, se han convertido en un recinto en el que los jóvenes se familiarizan con nociones de educación vial.

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