Peatonalización, lo poco positivo del covid-19

Un carril completo de la Ronda para los peatones es una propuesta tan novedosa que no la había pedido ningún grupo político; y que ya se empieza a ver como una realidad definitiva

Dice el viejo refrán castellano que No hay mal que por bien no venga. Es decir, que de cualquier problema o contrariedad se puede sacar siempre algo positivo. En el caso del covid en Lugo, parece que algo bueno está naciendo del desastre: la peatonalización. Entre los grupos políticos del Concello de Lugo de todo color fueron naciendo a lo largo de los años distintas propuestas de peatonalización. En muchas ocasiones simplemente para lanzar el comunicado o la ocurrencia-propuesta semanal, y otras veces como fruto de una reflexión, un debate o incluso algún estudio. Pero en todos se proponían calles interiores del recinto amurallado, o de algún barrio. Hasta se llegó a hablar de un carril bici en la Ronda da Muralla, que al final fue una propuesta de carril bici-coche, es decir, con preferencia para bicicletas pero que utilizan los coches. Se pintaron los símbolos de las bicicletas sobre el asfalto, y casi fueron los únicos ciclos que se vieron sobre la Ronda. Recientemente, antes del covid, ya se habían borrado hasta los símbolos de las bicicletas, y los coches era de nuevo los únicos usuarios de la Ronda da Muralla.

Ningún grupo político había ido tan lejos como proponer que un carril completo de la Ronda da Muralla se cerrase para los peatones, y quedase uno solo para el tráfico rodado. Pues ahí lo tienen, en la foto de al lado, por si alguien no se lo cree. De un día para otro, sin estudios, sin contratación de proyectos ni inversiones millonarias. Unos simples conos de plástico y unas señales, e inmediatamente miles de lucenses tomaron el carril de la Ronda más próximo a la Muralla en la tarde noche del pasado viernes. Y desde entonces así sigue siendo todos los días: el sábado, el domingo y ayer mismo. Y cada vez con más presencia de peatones, que parecen disfrutar de haberse «apropiado» de un carril de la vía más importante de la ciudad, que apenas se cierra por tramos en San Froilán o para los desfiles multitudinarios del Arde Lucus.

El covid ha traído la necesidad de ceder a los peatones un tramo de la Ronda y además ha sido ocupado de forma masiva debido, en parte, a la necesidad de esparcimiento de la población después de casi dos meses confinada en sus casas y sin poder salir ni los fines de semana a las residencias de los pueblos.

Desde el Concello nadie apunta por ahora cuanto tiempo va a durar esta peatonalización de la Ronda, porque nadie sabe a qué calendario atenerse con los estados de alarma, ni tampoco con las prohibiciones o autorizaciones, que cambian cada día según las veleidades del BOE. Pero parece claro que una vez que terminen las etapas especiales, va a ser una medida controvertida anular el carril peatonal, y quizá una decisión política con un coste excesivo para quien la tome.

Por tanto, mientras avanzan los proyectos de peatonalización de Quiroga Ballesteros y se debate otros tramos Ronda como A Mosqueira, en donde ya se hicieron experimentos simbólicos, todo parece indicar que la Ronda también podría estar llamada a tener su carril peatonal.

Rápido y sin burocracia

Otra consecuencia importante del coronavirus es que se pueden tomar decisiones de peatonalizar de hoy para mañana, sin burocracia ni gastos, con simples conos y señales provisionales que pueden ser tan definitivas como el tiempo que se quieran mantener. Por tanto, los proyectos de crear rotondas, suprimir semáforos y reordenar ciertas zonas, no deben necesariamente tardar años en acometerse, en vista de que se pueden iniciar con medidas provisionales de un día para otro.

Aunque entre todos los grupos políticos del Concello de Lugo hay consenso de que la peatonalización es el futuro del casco histórico y de otras zonas de la ciudad, para convertirlas en más humanas y agradables, la realidad luego se complica por la burocracia y se tardan años en ejecutar este tipo de decisiones.

Por tanto, si algo positivo trajo el coronavirus, es la demostración que cuando se quiere, se puede hacer casi de inmediato.

Infanta Elena, una vía en la que un sendero peatonal tendría tanto tirón como el de bicicletas

Las imágenes hablan por si solas. La Avenida Infanta Elena, que une el polígono de O Ceao con la ciudad a través del barrio de Paradai, fue ayer —y especialmente el fin de semana— una auténtica vía peatonal abarrotada por cientos de lucenses que caminaban hasta cerca de la zona de As Termas y volvían a la ciudad. Muchos iban ataviados con ropa deportiva mientras otros utilizaban atuendo informal de calle. El número de peatones era tan amplio en determinados momentos del fin de semana que los viandantes no cabían en el arcén y caminaban directamente por el asfalto, aprovechando que el tráfico de vehículos era muy escaso.

Esas imágenes del fin de semana pusieron en evidencia que la avenida necesitaría una pista peatonal por cada lado para dar cabida a tanta demanda.

Esa avenida también ofrece muy buenas posibilidades para un carril bici, que permitiría incluso a muchos trabajadores desplazarse a sus puestos de trabajo en O Ceao en bicicleta durante los meses de buen tiempo.

La construcción de una vía para bicicletas en esta zona permitiría también alargar el paseo del Rato y del Miño que por ahora bordean la ciudad por el sur, pero no permiten salir a pedalear hacia ellas directamente desde la Avenida da Coruña o de A Milagrosa. Un carril bici en Infanta Elena que entroncase con las areas verdes de Paradai permitiría a todos estos barrios del norte bajar directamente en bicicleta hasta el Rato y el Miño, en donde ahora se están acometiendo obras para hacer un carril bici separado de los peatones, que además ahora cuenta con iluminación. Todo ello mientras no se consigue cerrar por completo el anillo verde de la ciudad que inició el desaparecido Cacharro hace ya décadas y que todavía no se ha concluído.


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