A misa sí, pero sin tocar nada ni a nadie

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LAVOZ

LUGO CIUDAD

Catedral de Lugo, vacía
Catedral de Lugo, vacía ALBERTO LÓPEZ

Desde el día 11 habrá oficios en la Diócesis de Lugo, pero se pide el uso de la mascarillas y los bebés serán bautizados con un algodón

07 may 2020 . Actualizado a las 13:33 h.

La Diócesis de Lugo ha elaborado un protocolo con medidas para prevenir el contagio del coronavirus en los lugares de culto. Se trata una serie de disposiciones para la celebración de los oficios religiosos en las diferentes parroquias a partir del inicio de la fase 1, el 11 de mayo, así como otras recomendaciones para la fase 2. La diócesis, eso sí, señala que se podrán ir modificando las normas en función de como transcurran los acontecimientos. En resumen, las medidas que propone el Obispado pasan por extremar las medidas de seguridad e higiene, y para ello hacen un llamamiento «a la prudencia de los sacerdotes responsables y de los miembros de sus comunidades».

En ese protocolo, la Diócesis de Lugo recuerda que sigue vigente «la dispensa del precepto dominical, concedida el pasado 13 de marzo», además de eximir a los sacerdotes que pertenecen «al grupo de riesgo» de las «obligaciones de celebración de culto público en sus parroquias».

A partir del día 11 de mayo podrá celebrarse culto público, pero con una serie de medidas de precaución. Por ejemplo, se pide a los fieles que hagan uso de mascarilla en las iglesias y se les recomienda que no toquen «retablos, imágenes u otros objetos artísticos».

Sobre el aforo ((hasta ahora 1/3 en la primera fase y 1/2 en la segunda) y la distancia de seguridad se tomarán como referencia las indicaciones de las autoridades civiles y las puertas de los templos estarán abiertas en los horarios de acceso libre a los fieles para la oración. En todo caso, los espacios afectados deben ser desinfectados antes de cada apertura y para evitar daños en el mobiliario de las iglesias, se recomienda, como propone el Ministerio de Cultura, el uso de etanol, disuelto al 70 %, además de ofrecer a la entrada de los templos gel hidroalcohólico o algún desinfectante similar para las manos.

Las pilas de agua de bendita permanecerán vacías.

También, entre las medidas de seguridad que marca la Diócesis, señala que habrá personas responsables para organizar la entrada y la distribución de personas en los templos, las puertas permanecerán abiertas a la entrada y salida de las celebraciones, se evitarán los coros, no se pasará la cesta de la colecta (aunque se indicará una zona donde sí se pueden depositar los donativos) y se mantiene la indicación de no dar la mano o usar otras formas de contacto físico en el rito de la paz.

En el caso de las celebraciones sacramentales, tanto el fiel como el confesor deberán llevar mascarilla; en los bautismos se aplicará un rito breve y para las unciones se utilizarán «algodones o bastoncillos de un solo uso», que serán incinerados al terminar; y en el caso de los matrimonios, los anillos y arras serán «manipulados exclusivamente por los contrayentes».

En cuanto a los funerales por los difuntos, se seguirán los mismos criterios, con las correspondientes limitaciones, de la misa dominical.

Acerca del propio oficio eucarístico, la Diócesis apunta que «el sacerdote celebrante desinfectará sus manos al empezar el canon de la misa y, junto con los demás ministros de la comunión, antes de distribuirla». Y sobre el diálogo individual de la comunión («El Cuerpo de Cristo», «Amén»), será sustituido por la oración que hará públicamente el sacerdote antes de comulgar («El Cuerpo de Cristo nos guarde para la vida eterna») a lo que los fieles responderán en voz alta («Amén»). La Eucaristía se distribuirá luego en silencio.

Asimismo, el protocolo recuerda que, de acuerdo con las recomendaciones del Ministerio de Sanidad, en esta primera fase podrán tener lugar reuniones de menos de 30 personas en espacios cerrados que no superen el 30% del aforo y «respetando la distancia de seguridad y la utilización de mascarillas».

Ya en la segunda, las reuniones podrán ser de hasta 50 personas y en la tercera de hasta 80.

También se estipulan medidas para los coros, evitándolos en las celebraciones y recomendando mantener un solo cantor o algunas voces individuales y algún instrumento. «No se distribuirán hojas de cantos, pliegos con las lecturas o cualquier otro objeto de papel».