Destacados lucenses de diferentes ámbitos sociales analizan las incertidumbres y las oportunidades que se abrirán tras la crisis
27 abr 2020 . Actualizado a las 00:13 h.Lugo tiene oportunidades en medio de tantas dificultades. Esta idea la transmiten algunos destacados lucenses que desde diferentes ámbitos sociales de la ciudad exponen sus miedos pero a la vez sus esperanzas. «O futuro está nas nosas mans e fago un chamamento á xente a que confíe máis que nunca na nosa cidade», reflexiona Jesús Vázquez, presidente de la Federación de Asociación de Veciños de Lugo. «A vida ten que seguir dalgunha maneira, non podemos mirar atrás, e creo que sairemos reforzados e as persoas serán protagonistas directas», explica el periodista Xulio Xiz, presidente además de numerosos colectivos culturales.
Ambas reflexiones positivas las explican dos personas jubiladas y que viven el confinamiento desde la distancia de sus viviendas rurales. Por su experiencia vital vienen de un modelo social opuesto al que se ha instalado en los últimos años, basado en el consumo y en la vida, por momentos, atropellada.
Pero Lugo juega con ventajas ante el nuevo escenario que se abre tras el paso del coronavirus: «Vai a haber novos hábitos de consumo, novos escenarios, e temos que estar preparados», defiende Encarna Lago, gerente de la Rede Museística Provincial. «Hai que actualizarse e formarse para apostar, por exemplo, por un turismo cultural de calidade e sostible, e temos unha Facultade de Humanidades que debería ser referente para ter profesionais que respondan aos novos paradigmas que virán», explica Lago, quien lidera un grupo de trabajadores de la red provincial que desde el primer día del confinamiento están llenando de contenidos artísticos y de experiencias vitales tanto la web como las redes sociales.
El guía turístico Guido Álvarez es de la misma opinión que Lago, y ve oportunidades donde hay dificultades. Estos días de confinamiento ha seguido activo en las redes sociales, con propuestas ingeniosas, como la de pedir a los lucenses que elijan sus lugares favoritos de Lugo. «Creo que o turismo na cidade non se vai a ver tan afectado como noutras urbes cunha gran presenza de visitantes estranxeiros e de turismo de masas. Estamos ben posicionados para un turismo slow e non de fast food».
De cien a cero
El escritor Pablo Núñez es de la misma percepción. De entrada, señala que salvo las personas que llevan trabajando desde el inicio del estado de alarma en primera línea, «y que se les ha visto, sobre todo al principio estresadas y desbordadas, el resto de trabajadores hemos ralentizado nuestras vidas, trabajamos a un ritmo distinto». El autor de Las hijas del César señala, desde el teletrabajo en su casa como funcionario, que en su familia pasó de cien a cero por la cantidad de actividades deportivas en las que estaban implicados: «Cambias unas rutinas y te adaptas a una nueva vida, y por mucho que quieras es difícil de abstraerse porque si tuviese que definir literariamente esta situación usaría la palabra feroz». Aun así, el escritor lucense cree que Lugo tiene futuro turístico: «Lo mejor está por descubrir, porque nuestra ciudad es un tesoro». En este contexto, Núñez, aunque parezca una barbaridad hablar de inversiones, apuesta más que nunca por crear el museo de la romanización y utilizar el nuevo auditorio.
Sobre este espacio cultural aún sin abrir también apuesta Lourdes Santos, profesora de Canto del Conservatorio de Lugo y que desde el inicio del estado de alarma se ha hecho viral en la ciudad por sus interpretaciones de ópera desde la ventana de su casa. «Esta crisis puede valer para que percibamos lo importante que es la educación y la cultura en nuestras vidas, y en concreto la música, que nos acompaña todos los días, los alegres y los tristes». Considera que el nuevo auditorio puede ayudar a relanzar la oferta cultural de la ciudad.
El Mago Rafa no es tan optimista en cuanto a la salida profesional de los artistas para este año por culpa de que será complicado durante un largo tiempo que se celebren actividades con numeroso público, pero sí es muy optimista en cuanto al cambio de modelo de vida: «Creo que es un buen momento para que la gente se encuentre así misma, qué es lo que quiere hacer con sus vidas y priorizar la felicidad frente al mundo material». Rafa indica que estas seis semanas de confinamiento le han servido para reinvertarse y pensar en proyectos nuevos alejados de la magia: «El confinamiento, al menos en mi caso, no me ha ayudado a concentrarme, no lo veo positivo para la creatividad».
Interrogantes
Preguntas, incertezas y dudas, como las que se hace, en otro sentido, Jesús Vázquez: «Como vai a reaccionar a xente cando saiamos da crise sanitaria? Vai a haber consumo ou o gasto se contraerá? Eu non creo na endogamia, pero os lucenses temos que quitarnos os complexos e mellorar o concepto que temos da nosa cidade, porque Lugo ten que ser o vértice e o punto de chegada».
Guido trabajaba en esta idea antes de que se iniciase la crisis, apostando por un turismo de proximidad y con visitas guiadas por lugares poco usuales de la ciudad, como por ejemplo el arte urbano: «Dar a coñecer os atractivos máis próximos, apostar polo turismo máis cercano e sostible, o que ademais axudará aos lucenses a valorar o que ten e a ser respectuosos co territorio».
Palabras como territorio y sostenibilidad están muy presentes desde hace años en los museos de la Rede Museística: «Trátase de xestionar a cultura que pensa primeiro nas persoas, sostible e que aposte polos creadores con raíz, porque os grandes proxectos grandilocuentes que teñen as grandes cidades xa non se poderán manter. Desde o pequeno pódense facer grandes cousas», reflexiona Encarna Lago.
Mirar más hacia lo local, a lo más cercano para salir juntos hacia adelante es una idea que vienen manejando desde tanto el Concello como los propios empresarios. Enrique Rozas, que cumplió los 63 años en pleno confinamiento y con teletrabajo, apela a su condición de funcionario, y como buen conocedor del sentir de la calle, para defender la importancia de que no cierre el comercio y la hostelería para sostener un modelo de ciudad: «Vivimos en una capital de servicios y donde el peso de los funcionarios y del personal que depende de las administraciones es importante, y que mientras puedan mantener sus nóminas hay potencial para salir de la crisis». Eso sí, señala, si hay dinero para consumir pero no empresas locales donde invertir, habrá un problema: «Somos una ciudad dada a criticar, pero ahora tenemos que aportar y aprovechar esta situación», reflexiona.