Dago Peña: el cuerpo en Lugo y la mente en Miami

LUGO CIUDAD

ALBERTO LÓPEZ

El jugador del Leche Río Breogán sufre el encierro en soledad «muy preocupado» por la salud de su familia, en Estados Unidos

23 abr 2020 . Actualizado a las 16:05 h.

¿Se imaginan vivir este confinamiento en soledad con sus seres queridos a 7.000 kilómetros? Se encoge el corazón solo de pensarlo y habrá cantidad de casos repartidos por todo el planeta. Quizás alguno muy cerca de donde esté leyendo esta historia. Una situación tan conmovedora es la que está sufriendo el jugador dominicano del Leche Río Breogán Dago Peña (Santo Domingo, 1988), que lleva encerrado casi un mes en su piso de Lugo con la mente al otro lado del charco. «Yo estoy bien, tranquilo; no me afecta demasiado porque estoy acostumbrado a vivir solo desde que me fui con una beca a Estados Unidos a jugar al baloncesto. Lo que verdaderamente me preocupa es la salud de mi familia», cuenta. Sus padres y su hermana pequeña viven en Miami, al este de un país donde en estos momentos el coronavirus está azotando con una fuerza devastadora. «Allí lo cogieron un poco a broma cuando empezó el problema en Europa y ahora ya hay unos 13.000 muertos y más de 400.000 enfermos... Una locura», exclama el alero breoganista.

«Afortunadamente», tanto sus progenitores, Dagoberto, de 82 años, y Cristina, de 64, como su hermana menor, de 22, han seguido las recomendaciones que les hizo llegar Dago desde la capital amurallada y «se encuentran muy bien». «Les advertí que se lo tomaran en serio, que se encerrasen porque el asunto era más grave de lo que creían. Mi padre lo asumió desde el primer momento, no sale a nada, y mi madre se pasa el encierro durmiendo (risas)», relata el jugador dominicano, también muy pendiente de la expansión del COVID-19 en su país, donde su hermano Héctor ejerce como abogado. «Allí el problema no es tan serio», asegura.

Lectura, consola y tele

Las permanentes conferencias con Miami forman parte de su rutina desde que se activó el estado de alarma. Tampoco deja nunca de lado las tareas que le llegan del preparador físico del Breogán y el resto del tiempo lo dedica a «leer, jugar a la consola y ver películas». «Los días dan para hacer de todo», indica con resignación. Subraya además que desde el primer momento ha seguido «a rajatabla» las normas gubernamentales y que se esfuerza por llevar una alimentación saludable. «Salgo de casa para hacer una compra grande y no vuelvo al supermercado en varios días. En lo referente a la comida le he pedido consejos a mi amigo Sitapha Savané, que fue compañero mío en el Estudiantes y se retiró con casi 40 años. Yo también quiero prolongar mi carrera lo máximo posible y la alimentación es básica», explica. ¿Y qué tal se desenvuelve en la cocina? «Estoy hecho un gran chef (risas)... Me he comprado una máquina que lo hace todo ella», bromea. Incluso encerrado, su sonrisa y su sentido del humor no pierden la cualidad de perennes.

«Me gustaría seguir en el Breo porque tengo una deuda con sus aficionados»

Dago Peña se suma al sentir general breoganista cuando se le pregunta por las posibilidades que hay de que se retome la competición. «Lo veo tremendamente complicado, por no decir imposible. Este parón ha hecho muchísimo daño a los equipos en el plano económico. Algunos incluso no dispondrían de jugadores suficientes para volver a competir», explica el alero dominicano, que encuentra en las fechas otro problema añadido. «Si se decide reanudar la liga las plantillas necesitarían un mes como mínimo para volver a ponerse en forma, lo que reduciría todavía más el margen de maniobra», añade.

También coincide con la postura del club en la medida a aplicar si la LEB Oro se cancela definitivamente. «Yo también soy de la opinión de que si la liga no se completa debería declararse nula, que no hubiera ascensos ni descensos», dice.

Mirando más allá en el tiempo, Dago Peña se ve vistiendo de celeste la próxima campaña. «Supuestamente tengo contrato, pero además me gustaría seguir en el Breo porque soy feliz aquí y tengo una deuda con sus aficionados que quiero cumplir. El ascenso a la Liga ACB es la meta», concluye.