Hace 50 años, Lugo esperaba la mejora de los accesos desde la Meseta

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

PEINÓ

La N-VI y la conexión desde Sarria iban a recibir importantes inversiones

07 abr 2020 . Actualizado a las 09:19 h.

Hace 50 años, los viajes de A Coruña y de Lugo hacia Madrid, igual que los que tenían como inicio la villa y corte y el noroeste como destino, se enfrentaban con obstáculos que parecían casi insalvables. Había que atravesar los puertos del Manzanal y de O Cebreiro, lo que suponía depender de la mayor o menor dureza del tiempo, y meterse en el centro de Lugo, pasando al lado de la Muralla, para completar el desplazamiento, entre otros detalles.

Sin embargo, también había, 50 años atrás, motivos para ver el vaso medio lleno, ya que estaban en marcha proyectos que incluirían la mejora de la N-VI y de otras vías que permiten la conexión directa o indirecta de Galicia con la Meseta. Lo que entonces se anunciaba era, por ejemplo, una mejora de la N-VI en un tramo de más de 300 kilómetros, además de una obra que potenciaría la conexión con Santiago de Compostela con Lugo como parte de ese plan.

Por un lado, Astorga era el punto de inicio de la reforma de la N-VI, que no solo se arreglaría hasta A Coruña sino que también se incorporaría el ramal que va de Betanzos a Ferrol. La obra se ejecutaría sobre una distancia total de 342 kilómetros, con un coste total de 2.700 millones de pesetas. Hace 50 años atrás, estaban contratados o en fase de contratación obras por valor de 2.100 millones, lo que suponía el 80 % de lo previsto.

Por otra parte, la mejora de los accesos a Galicia recogía, aunque en distintas fases y con varias vías en su trazado, una conexión desde Ponferrada que también beneficiaría a la ciudad amurallada. Así, se proyectaba una inversión de 2.900 millones entre Ponferrada y A Pobra do Brollón (113 kilómetros), que se dividiría en dos tramos (Ponferrada-A Rúa y A Rúa-A Pobra do Brollón), pero se recogía además una inversión de unos 600 millones para el tramo A Pobra do Brollón-Lugo, pasando por Sarria y por Nadela.

Esas obras acabaron formando parte de lo que años después se presentó como Plan de accesos a Galicia, y en Lugo, además, se realizaron, fuera del trazado de la carretera N-VI obras de indudable relevancia para el tráfico, como el puente que salva el Miño en As Saamasas en el trazado de la N-540.